Pablo Merino, víctima de abuso en "Opus Dei"
Ex alumno del Irabia, el opuscolegio nivel "sencillo" de Pamplona, frente a "El Redín", el cole pijo de chicos que ya se ha fusionado ilusoriamente con "Miravalles" el femenino cole de donde tenían que salir más numes que de ningún otro. Creo que están juntos pero no revueltos en Cizur, ciudadpueblo urbanización pegado a la capital.
Van cambiando las tornas.
Abusos del cura Jacinto Lázaro, dice, hace 20 años cuando era adolescente. Se lo contó al profe de apellido Gil Tamayo, ¿nume? ¿hermano de José María Gil Tamayo, el cura agregado que va de profesor y periodista antes que de cura, según el buscador, que fuera portavoz de la CEE secretario general de la misma? qué gente....como Javier Echeverría, que es un "jurista español". No tenéis vgz.
Pero centrándonos, pena no haber sacado este testimonio en vida del anterior Papa. Alegría porque se atreve a dar la cara, no como la víctima de Lima (Perú) que al no dar su nombre y filiación facilitó la neutralización de su testimonio por parte del opuscardenal implicado. ¡Qué diferente hubiera sido la situación si hubiera salido a la palestra!
Este es un caso típico: el implicado víctima denuncia de adulto, tras una vida de silencio, y salen otras vocecitas acompañantes de más ex niños afectados. El cura persona intocable y de fama al que no expulsan por tamaño delito y por supuesto no denuncian ante el juez.
Los estafados de los catorce y medio no damos crédito: la insistencia en la "pureza", tema obligado en la charla fraterna semanal, otra palanca de la manipulación, el tema sex pertenece a la intimidad de la persona. Da verguenza exponerse en estos asuntos, que en mi caso y mil más no había nada que exponer por la vida encerrada y controlada al milímetro que llevábamos: "a las 9 en casa".
30 años después, salen a la luz estos curas numes que en la misma ciudad se dedicaban al deporte eclesiástico. Con todas las prácticas posibles. Alojadas en nube numeraril sideral fuera del mundo, ignórabamos las modalidades del abuso sex en críos.
Me dijeron de todo cuando escribí mi opusinaautobiografía.
Más tiempo pasa, más evidente la amarga verdad que he repetido mil veces a lo largo de estos 20 años fuera: me quedé corta, no sabía el montón de basura humana sobre el que se asienta la fachada, fachada de la que ingenuas de mi estilo formábamos parte. Aún fuera de la numerariez no podía creer las primeras acusaciones a curas de estas prácticas en EEUU.
2025 y en Irabia...el cole de tantas familias conocidas, alojamiento de un sacerdote de renombre "inechable", cometedor de fechorías, pero que debía de resultar útil a la organización por lo cual prefirieron conservarlo a ponerlo de patitas en la calle o denunciarlo.
Frente a tantas mujeres inocentes machacadas, medicadas, aplastadas por criticar una coma de la ley escrivariana.
Primera víctima opusina española que denuncia tan abiertamente no la captación sino los abusos sex.
Un cuarto de siglo más tarde que en el resto del mundo, "los más rápidos al este del Missisipi".
Van cambiando las tornas.
El prestigio opusino religioso rezador santificador circulando por el desagüe de la Historia. En el camino, miles de vidas y familias destrozadas.
No deja de parecerme ficción, traído por los pelos. También los cuentos iluminan, echar la culpa de los opusinismos variados a los judíos...¿no estaremos haciendo como a finales del s. XIX ocurrió en el imperio de los zares, de los Hohenzollern y en el de los Habsburgo vieneses? los judíos responsables de todos los males de la humanidad.
Un judío es el creador el cristianismo, Pablo, si los judíos atacan el cristianismo, es a un hijo no querido al que atacan.
"Llegamos al secreto secretorum, a la clave más sigilosa de las guardadas en el silencio impenetrable de la Obra, a lo inefable y también a la verdad: más absoluta que se debe esclarecer, descubrir, revelar. Son las raíces mosaicas del fundador del Opus Dei y su obra al servicio de Israel y sus finanzas.
No conviene olvidar el nombre exacto y en extenso de su propia creación y que por lo general queda, a pesar de ser el nombre oficial y registrado, en el ostracismo de la intencionada omisión. La denominación del Opus Dei es la de "Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y el Opus Dei" y ya en su propio nombre se cierra la llave de un misterio, cuyo enigma nos viene descifrado por el historiador judío Cecil Roth que escribe en su conocida y divulgada obra Historia de los marranos lo siguiente: "en Barcelona, donde si un marrano decía "Vamos hoy a la Iglesia de la Santa Cruz' referíase a la sinagoga secreta llamada de ese modo". Es una coincidencia sospechosa que el nombre escogido por Escrivá de Balaguer para su organización coincida exacta y crípticamente con el de la "sinagoga secreta" en el lenguaje a la usanza de los judíos.
Se puede ser consciente que hablar del tema judío, y sobre todo si se alude a él sin alabanza, es tema tabú. Hay que comenzar a llamar a las cosas por su nombre, decir que en la mente de Escrivá de Balaguer bullía un cerebro judío, que Escriba - que era su verdadero nombre de pila - era un criptojudío y que no es posible entender su obra ni interpretar la misma si no se relaciona con el fenómeno esencial de su judaísmo interior y exterior.
Escrivá lleva el disimulo en la sangre, igual que sus consanguíneos los judíos, es un fariseo y un hipócrita que cree en el Talmud y sus enseñanzas más que en el Evangelio y su Buena Nueva.
Escrivá va a utilizar a la Iglesia como instrumento para formar grupitos donde los cristianos no advertidos van a ser las víctimas de la maquinación.
En las biografías de Escrivá de Balaguer echamos en falta tres elementos esenciales de su nefasta personalidad; se disfrazan tres hechos básicos para entender al hombre y su Obra: que son que Escrivá es judío, que era un homosexual prácticamente y que creó el Opus Dei para servir a los fines del poder judaico oculto y siniestro, nunca para mayor Gloria de Dios y de su Iglesia. Escrivá se sirve de la Iglesia y no viceversa.
Ya desde el principio puede resultarnos sospechoso que Escrivá durante su vida cambie tantas veces de nombre, práctica usual entre los judíos. El documento indubitado y veraz de su apellido es el de Escriba, y así figura inscrito en el Registro. El apellido Escriba, si nos atenemos a su sentido etimológico, se deriva de la voz latina scriba, y que significaba "doctor e intérprete de la Ley entre los hebreos" según la primera y principal acepción del Diccionario de la Lengua Española.
En la ley mosaica "sofer", la arcaica raíz hebrea que significa escribir, se usa para designar al escriba, varón - las mujeres están vedadas de ser estudiosas e intérpretes de la Ley - consagrado a la estricta observancia de la ley judía. A Esdrás se le llamaba "Escriba o doctor muy diestro en la ley de Moisés” (Esdrás VII, 6) que son instruídos en la palabra y las prescripciones impuestas por el Señor que pacta y se alía vincularmente con el pueblo de Israel. El escriba era, pues, el sacerdote.
Los escribas fueron muy influyentes en las cortes de Judá y de Israel, sobre todo durante el reinado de David y Salomón. En el Eclesiástico, capítulo XXXIX, se pondera su relevancia como depositarios de la sabiduría y de las profecías. En la época salomónica existen, incluso, escuelas que preparan para estos menesteres. En el Deuteronomio XVI, se asigna a los escribas también, funciones judiciales.
Los escribas, desde su cautiverio en Babilonia, serán los doctores de la Ley. Eran los sacerdotes-escribas. Su influencia les lleva a dominar bajo su tutela al pueblo que consideraba la profesión de escriba como "la más noble", como celadores y hermeneutas de la Ley mosaica... Los escribas se agrupan y organizan en las sinagogas, dividiéndose en tendencias tales como los saduceos, los fariseos o los esenios.
Al principio los escribas de Israel seguían para su labor la tradición oral. Posteriormente recopilaron las máximas que difundían y hacían acatar en el Mischna. El primer y principal deber de los escribas era recoger celosamente la Ley judía. Así, el Talmud prescribe que "el que olvida el precepto, enseñado por el escriba, echa a perder su vida".
Antes de llegar a ser escribas, pasaban por un aprendizaje. Eran Talmid, es decir, alumnos que en contacto con su maestro recepcionaban sus enseñanzas y a partir de los 40 años, si habían asimilado la materia, eran ordenados doctores (hakam). El escriba era la autoridad para dirimir cuestiones legislativas, religiosas y rituales. Ocupaba los puestos claves en el derecho, la administración y la enseñanza.
Sólo a los escribas les estaba permitido acceder al sanedrim. El partido fariseo del sanedrim estaba compuesto totalmente por escribas. Los escribas eran por antonomasia los portadores de una ciencia secreta: "la tradición esotérica". La cábala era la ciencia hermética de los escribas que reservaban sus conocimientos. En Jerusalén, donde explicaban sus enseñanzas, el pueblo se sentaba a sus pies, en señal de sometimiento. Esta reseña o clave interpretativa es la carga patronímica que lleva en su sangre y en sus genes José María Escriba.
El gentilicio de su apellido original Escriba equivale a rabino. Su procedencia la lleva en su propio nombre de familia. Si se llama escriba es porque sus antepasados, más o menos lejanos, próximos o remotos, eran "doctores e intérpretes de la ley entre los hebreos", es decir rabinos. Cristo, en su Evangelio, habla del cariz y del talante, en muchos de sus pasajes, de los "escribas y fariseos", quiénes eran, cómo se comportaban, cuáles eran sus sentimientos y cuán grande su doblez.
Escrivá de Balaguer era judío de sangre y de espíritu.
Su obra, la secta de la que es el líder carismático, está hecha a imagen y semejanza de las pequeñas e impenetrables comunidades judaicas. El Opus no deja de ser un ghetto, sus leyes y estatutos oscuros no traducidos y ocultos, su falta de sinceridad con respecto a sus demás hermanos, los cristianos, a los que les niegan su pertenencia al clan, su ayuda mutua, pero sólo entre ellos, su afán por el lucro y el dinero, el sentido monetarista que imprimen a sus vidas, la adoración al Becerro de Oro, las palabras y contraseñas que usan, los testamentos a los que obligan y toda su parafernalia son la extrapolación de las leyes del Kahal incrustadas en la Iglesia.
Escrivá se puede manifestar con apariencia cristiana, pero su trasfondo es judío. Tan judío como el oficio de su padre, mercader de telas, típico de las comunidades hebreas y marranas. La historia de la judería de Huesca nos ilustra de innumerables ejemplos al respecto. Entre las tiendas de la judería en 1238 había una famosa, la del sedero Abraim Aborrave. También se sabe que un tal Xalema Xuri era sedero y proveedor de la casa real.” Ya en 1290 se tenía concedido a los miembros de la aljama de Huesca la facultad de tener tintorerías operatorias de trapos de Francia. También se tienen noticias del comercio judío en tejidos, habiendo destacado por su significación, aparte de los ya señalados, el trapero oscense Abrahim Alamaca, o los judíos Salomón Ablatorell y Mosse Abulbaca, traperos de Huesca como el padre de Escrivá, que en el año 1311 fueron sancionados y condenados al pago de 1500 sueldos e indemnizaciones por la compra de tejidos a sabiendas de que eran robados en la localidad de Sariñena por el también judío Caredin.
Tan arraigada y extendida estaba la vinculación de los judíos en Huesca y su territorio - lugar de donde procede y es oriundo Escrivá de Balaguer - al negocio y comercio de las telas, que en la capital existía hasta un barrio de los sederos dentro de la judería. Entre las actividades de los judíos en Huesca encontramos las de médicos, especieros, alabarderos, pelliceros, sederos, plateros, tintoreros, sastres, traperos, mercaderes y prestamistas. La familia de Escrivá se dedicaba a uno de los oficios habituales de los de su tribu, es decir, al negocio y comercio de las telas, y como queda indicado en el capítulo Il de esta obra, el padre, tras cometer una estafa colectiva en Barbastro a sus convecinos, no se quedó en el pueblo para hacer frente a sus obligaciones y responsabilidades, sino que huyó por la noche para consumar la estafa y no tener que pagar a sus acreedores."
Sabemos que huyó de Barbastro dejando colgados a los acreedores, pero la mercadería en cuestión no eran telas sino chocolates. Relacionarlo con los judíos de Huesca del s. XV me parece estrafalario, como el Santo Grial, la sangre de Cristo en sus descendientes humanos y tantas leyendas. Curiosidades. Este libro recuerda a los protocolos de Sión, elaborado por la policía zarista para desacreditar a los judíos rusos.
Comentarios
si homosexual
si creó un grupo de poder usando a la Iglesia
Los judíos son estudiosos, meticulosos y el hijo del chocolatero era un vago de cojones