LITERATURA Y TEOLOGÍA.ROSAS
La Puerta del Sol en Navidad: Ayuso elige a las formas de escrivarianismo generación X. Villancicos en la Puerta del Sol sí, nueva versión de lo antiguo, no, y aquí lo expliqué.
Mientras leo Doktor Faustus de Thomas Mann, aprovecho para escuchar algunas de las piezas mencionadas en la novela, como esta composición de Beethoven, última época, cuarteto en la menor para instrumentos de cuerda, opus 132:
"cuando fue escrita su ejecución era sencillamente imposible. Esa implacable indiferencia de un elegido por lo terrenal y lo técnico me entusiasma en grado extremo. .... Y no olvidemos el cuarto tiempo, incomparable, con la breve marcha introductoria y el altivo recitativo del primer violín, afortunada introducción a la aparición del tema....Imposible encontrar palabras adecuadas para descubrir el espíritu, el estilo, el ademán de este tema. El ademán tiene aquí una gran importancia. ¿Cómo calificarlo? ¿Trágico, atrevido, obstinado, enfático, impulsivo hasta lo sublime? Todo esto no vale nada. Y "magnífico" no pasa de ser, naturalmente, una lamentable capitulación. En último término acaba uno por quedarse con la sobria indicación del compositor Allegro appassionato. Es lo más aceptable."
De la música a la teología y vuelta, pues el protagonista de la novela, el fallecido Adrian Leverkühn, practicó ambas. Serenus Zeitblum encarna la voz del narrador, estudió filosofía y se dedicó a la enseñanza de las humanidades. A sus 60 años nos entrega la biografía de su amigo Leverkühn recogiendo recuerdos que llegan desde la infancia.
Otro párrafo destacable sobre discusiones teológicas en el seno del protestantismo alemán (pp.108-109):
"Durante la época racionalista la misión de la teología consistió exclusivamente en defenderse de flagrantes contradicciones que se le demostraban y, para esquivarlas, fueron tantas sus concesiones contrarias al espíritu de la revelación que poco le faltó para llegar al sacrificio de la fe. Eran aquellos los tiempos en que se adoraba "razonablemente a Dios" y en que el profesor Wolf de Halle declaraba, en nombre de sus compañeros teólogos, que la razón era la piedra filosofal para el contraste de todas la verdades. Una generación que estimaba superada toda aquela parte de la Biblia incapaz de contribuir al mejorameinto moral y que en la historia de la Iglesia y en su doctrina no veía otra cosa que una comedia de errores.
Contra los excesos de esta tendencia surgió una teología que pudiéramos llamar conservadora o centrista, equidistante de la ortodoxia y del liberalismo racionalista. Desde entonces los conceptos de "salvación" y de "sacrificio" han predominado e la "ciencia de la religión", conceptos que encierran ambos un elemento temporal limitativo. Con ello la teología ha puesto límites a su vida. Fiel a la revelación y a la exégesis tradicional, ha tratado de salvar de los elementos de la religión bíblica todo aquello que podía ser salvado, y adoptando, por otra parte, el método crítico de la ciencia histórica profana ha "sacrificado" partes esenciales de su contenido, como la fe en el milagro, diversas fases importantes de la Cristología, la resurrección corporal de Jesús, y no pretendo con ello haber agotado la lista.
Pero yo me pregunto qué ciencia puede ser ésa, cuyas relaciones con la razón son tan precarias y difíciles, amenazada siempre de muerte por los compromisos que con ella contrae. A mi entender la teología liberal es una madera de hierro, una contradicción en los términos. Aceptando la cultura, dispuesta a adaptarse a los ideales de la sociedad burguesa tal como está constituida, la teología liberal rebaja lo religioso al nivel de lo humano y disuelve lo estático y lo paradójico, elementos esenciales del genio religioso, en un progresismo ético.
Pero la religión no puede ser absorbida por la ética y eso es causa de una nueva división entre el pensamiento científico y el pensamiento teológico propiamente dicho. La superioridad científica de la teología es débil porque a su humanismo y a su moralismo les falta la comprensión del carácter demoníaco de la existencia humana. Es una teología culta, pero vacía, y en el fondo la tradición conservadora está mucho más próxima de la naturaleza trágica de la vida. En consecuencia, sus relaciones con la cultura son más profundas que las de ideología liberal."
Es curiosa coincidencia que la rosa sea un símbolo cabalístico, tenemos a los rosacruces que en la actualidad son cristianos esotéricos por correspondencia, y tenemos la rosa de los bosques de Rialp en todos los libros de la famosa editorial "de casa". ¿Cómo tomárselo? ¿Simple casualidad? el autor de Opus Iudei no lo ve así:
El símbolo de la rosa forma parte importantísima de la tradición kabalística hebrea. Ya en los salimos y en los poemas proféticos judíos, la rosa roja y la rosa blanca personifican los cuerpos castigados y purificados de Israel. Pero en la Kábala se va aún más allá en el camino de significaciones. El árbol, sefirótico, dividido en tres columnas verticales, tiene la central precisamente bajo la advocación de la rosa, que de este modo restaura y equilibra la parte rigurosa y severa de la creación - izquierda - con su lado clemente y misericordioso - el derecho -.
La rosa no sólo está impresa en todas las publicaciones que salen de la Editorial del Opus Dei, Rialp, que curiosamente lleva el nombre de la aldea donde supuestamente en 1937, en su ermita y a él solo, sin testigos incómodos, se le apareció la Virgen y que desde entonces ha pasado a ser el auténtico símbolo para el Opus. Tampoco podía faltar por doquier en Torreciudad, el templo suntuoso construído con el óbolo de los escándalos financieros. En Torreciudad encontramos rosas esculpidas en la capilla, en la ermita, en el interior y en el exterior del templo, en muchos edificios del complejo arquitectónico, en todas partes, para que no se olvide que estamos en un lugar con mensaje kabalístico.
Parece que también cuando besan el suelo, en ese amor a lo material, mascullan la divisa templaria "Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam". También se ha querido asimilar la rosa a la importancia que tenía en la Orden Templaria. Para el Temple, la rosa y la espina fueron un símbolo de capital importancia." En min 3:36:
No se susurraba non nobis sed nomine tuo...sino Serviam, como han recordado las del Minuto Heroico.
"Aparte de la rosa y su claro mensaje kabalístico, otro signo caro al fundador del Opus Dei fue la representación gráfica de palmípedos, el signo hermético de la oca, la pata de ganso. Existen dibujos de patos realizados por la mano de Escrivá en el cristal, madera, porcelana, papel. En una casa de ejercicios en Molinoviejo, en la privincia de Segovia, se conserva pintado en una pared un pato atribuído al propio fundador. La obsesión por los graffitti de los gansos tiene otra clara y sibilina vertiente kabalística, de un enigmático y profundo significado".
Aquí encaja el recuerdo de los patitos dibujados en una hoja de agenda por el founder en Roma años 50 ó 60, un recuerdo que era prácticamente una reliquia y así nos lo mostraba a las jóvenes.
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