FASCINADOS POR EL CLERO

 Continuamos con la reflexión sobre nuestra fe en el poder y la jerarquía:

Gracias por las noticia de España y las maniobras opusianas, locales e internacionales.
Se avecinaba la fusión bancaria de Caixa. Lo vi aquí, en mi ciudad, 

ni siquiera me sorprende. Casi fue telefoneado. Habría que ver lo que hacen en Andorra, no deben aburrirse en el aspecto financiero. También en Andorra andan redistribuyendo cartas. En período electoral todavía más, cada cual a lo suyo.

Me parece que la gente se comporta generalmente obedeciendo al líder y la  jerarquía. En última instancia, es lo que mueve a muchos. No es necesariamente que se crean todo lo que los líderes cuentan, pero creen en la jerarquía, en el poder, en el dinero. Por ello nos ponemos tan fácil bajo la influencia de un clero, una secta, un banco, un comportamiento sumiso,nnos comportamos como ovejas ... Me deja triste ver que las personas ni siquiera se atreven a analizar su pertenencia religiosa, la sumisión al líder, al orden jerárquico, a la idea de poder en el sentido equivocado del término. ¡Ni siquiera lo aquellos que han padecido los excesos del clericalismo! parece que todavía lo necesitan más que los demás.


Me lleva a pensar en la dimensión masoquista de lo humano, en el dolorismo, en la sacralización del dolor como norma y única existencia. Me estremece, me parece terrible, dramático y patético. Porque esta gente está convencida de que "Dios lo quiere", cuando es todo fantasía, en todo caso deseo "lo quiere" el clero,  el poder político, una secta. Ni siquiera se dan cuenta de esta interpretación abusiva del Amor de Dios,  me llena de asombro. ¿Dónde dejaron el catecismo?, ¿De qué les sirvió oír la predicación del Evangelico cada domingo?, ¿para qué les sirvió integrar una comunidad religiosa ???

Sé que a veces soy un poco brusca en mi modo de expresarme,  teno que dar el golpe en la mesa hay que darse cuenta del absurdo de ciertos comportamientos de los creyentes, en los que vemos que lo único que ante lo que se inclinan y babean  es el poder religioso del clero. Añádase la dimensión del poder temporal, político, financiero y mediático, es lo único "que les pone", por hablar vulgar. No sabes lo que me indigna todo eso.


La noción de emancipación espiritual e incluso de la emancipación misma, hace que mucha gente eche de menos o piense que está emancipada porque se gana la vida. Pero también es una ilusión. La verdadera emancipación es cuando sales de estas lógicas de poder y te ves en línea  con tu ser íntimo y profundo, con la llamada espiritual interior que sientes.

Cuando te abandonas  en el sentido de la confianza en Dios, en su capacidad de intervenir en nuestra vida, de amarnos, de guiarnos, una noción que tantos creyentes han perdido. Están fascinados por el clero como lo estarían por los actores de televisión o cine o por el gran terrateniente de su aldea. Y el fondo del mensaje crístico no les interesa.

Creo que, de todos modos, un cierto número de creyentes católicos a nivel internacional, están haciendo diferentes avances en este tema. Pero es cierto que en España, donde la noción de poder monárquico sigue estando aún más arraigada que en Francia, es mucho más rara.

En Francia, hay un espacio para pensar el mundo de manera diferente. La anarquía, el comunismo a la francesa, también transmitido por artistas e intelectuales al menos hasta finales de los años cincuenta y sesenta o incluso hasta los setenta, permitió salir un poco de las ataduras. Pero  estamos viendo que la generación  más joven se hunde nuevamente en el totalitarismo, en la sumisión y la fatalidad. Sin siquiera medir las consecuencias. O bien, se salen completamente de la sociedad. Una marginalidad que se da mucho al otro lado del Atlántico, entre los ecologistas de "la supervivencia", por ejemplo.


Hay una ruptura necesaria con los sistemas de poder, que en todo caso se producirá. Ya está presente, y eso es lo que tanto asusta al clero, al poder industrial, financiero y político. Saben que sus días están contados. Si estuvieran tan seguros de sí mismos, no se agitarían tanto ...

No sé si mi pensamiento merece algo. Pero para mí, la fe realmente no es religión.
No tiene nada que ver. Lo entendí bastante pronto gracias a una experiencia muy particular.


Y pude comprobarlo en los comportamientos clericales, en las derivas sectarias que he observado y analizado.
Y lo sigo viendo a día de hoy. Todos los hechos lo demuestran con una crudeza cada vez más amarga y oscura.
Y, sin embargo, algunos están tan apegados a este sistema de gobernanza, de abuso, de delincuencia que, incluso después de haber sido torturados, siguen apoyando esta organización social religiosa, moral y política.
Es como una mujer maltratada que sigue bajo influencia de su cónyuge, preparándose para ser asesinada en lugar de salir del poder de su torturador. 


Para mí la fe no es una creencia. Proviene de un despertar espiritual, es como una llamada del alma que reclama su parte.


Te hace vivir para armonizar al humano en todo lo que es. Pero no está en manos del clero. Es un cara a cara con Dios y con cada una de nuestras almas. No hay clero que lo controle. Siempre será independiente y gratuito,  escapa a cualquier forma de condicionamiento y control.A las reglas.  Por eso es tan precioso.

Creo que un himno protestante estadounidense dice: Soy el capitán de mi alma. Me parece que eso es realmente tener fe.

Pero seguro que no es algo muy común que se diga en los balcones,  requiere un trabajo sobre uno mismo muy diferente a los dogmas y condicionamientos y rituales religiosos.Por eso también es tan complicado.

Todavía tengo mucho trabajo, tengo que preparar una exposición...

Falta despertar. El OD da a los varones un sentido de importancia que no logran encontrar por sí mismos. Sin od se sentirían frágiles e insignificantes, y diría que tal vez castrados. La noción de virilidad en el OD para los hombres es muy importante. Y en general muy importante en el fanatismo religioso en general. Es algo muy presente, muy ritualizado también, muy codificado. Y eso asegura a muchos hombres que dudan de sí mismos.
Lo vi en mi padre y otros colegas suyos que eran supernumerarios. Y todavía lo veo hoy cuando escucho, leo algunos que sé que son cooperadores, supernumerarios.

¡buen verano!

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