JURIDICISMO EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

En la intervención de esta semana no sobra un minuto de  tres horas y media hablando. Ya dice Hans Küng en sus libros cuando considera los diferentes paradigmas dentro del cristianismo que si el defecto del protestantismo es la tendencia a la desunión y desmigajamiento, el defecto del catolicismo romano o uno de ellos, es la tendencia al juridicismo. Opus y ex opus, epítome del juridicismo, de las normas inventadas para uso y disfrute, de buscar los resquicios  y las componendas. Conseguir por costumbre lo que por ley "no promulgada" no se podía.

 Una observación, ¿no tiene doctores  la Iglesia   para dar cuenta y denunciar  todos estos manejos?  ha tenido que salir Antonio Moya de la numerariez para que nos enteremos. 

Aunque en OL hay escritos canónicos hasta el hartazgo, se ve que los expertos canonistas que en su momento escribieron  no son de salir en vídeos.

Uno de esos expertos nos informó hace mil años de que precisamente en las diócesis los tribunales eclesiásticos caen en manos Opus porque son expertos, les gusta, controlan una especialidad de la que por lo visto el resto del clero no es nada fanático.

Expertos en la ley para saltársela. Apasionante y apabullante la demostración.

El enigma se resuelve rápido una vez escuchadas las partes: ni él tenía el carisma de santificar el trabajo, ni Dios funda "cosas", ni ninguno de los tres santos nombrados en el vídeo como tales es santo. Se pongan como se pongan y hayan dictaminado lo que quieran.

 Precisamente porque no estamos en la era de la mitología tenemos ojos en la cara para ver y cerebro para juzgar que las obras de los tres, el founder, el sucesor y el que santificó a los dos, dejan mucho que desear. Puede haber un santo tonto, no lo discuto, pero no estamos ante tonterías, estamos ante delitos, engaños y encubrimiento de delitos teniendo toda la información. No es posible que nos engañen como cuando éramos pequeños y nos vinieron con la cantinela de "Dios te llama".

Al Papa le toca arreglar el desaguisado, mucho ánimo, porque el abuso va más allá de la captación de menores de la que tanto nos quejamos. Aunque de ese tema por ahora no se ocupa el Vaticano, ¿lo dan por bueno?

Insisto en que los carismas o dones no flotan en el aire ni vienen por inspiración, la persona es la depositaria del carisma pero no al estilo Opus como nos hicieron creer poco menos que en una segunda Anunciación, no a la Virgen María sino al de Barbastro. No era trabajador, ni como sustantivo ni como adjetivo. No pertenecía a la clase trabajadora ni estuvo sometido a lo que es el trabajo propiamente considerado del común de los mortales que no pertenecemos a la aristocracia: jefes, horarios, compañeros, problemas laborales variados y diversos, condicionamientos y circunstancias que te gustan y te disgustan, luchas sindicales....rutinas, problemas, choques. No lo conoció. No trabajó así, no se le conoce empleo. Solo iluminaciones, celebración de misas a monjas, confesor de jóvenes estudiantes y captador de sus voluntades, tenía carisma en el sentido de que "se quedaba con la gente", pero no en el sentido en el que se supone que lo tiene que tener una persona que abre brecha, sea en la Iglesia, sea en la sociedad civil....alguien que de veras inicia un camino nuevo con sus propios pies. El no recorrió ese camino.

Tampoco era trabajador como adjetivo, hacer que te hagan una tesis y ponerle tu nombre...¿cómo podemos tragar que una persona así tenía el carisma del trabajo?

Es más bien como si la historia del carisma se les hubiera ocurrido después. Porque al principio de sus reclutamientos, y en los primeros papeles  el apostolado específico era con los intelectuales. El quería pasar por intelectual siendo un rústico, incluso un ignorante de hechos básicos, como el caso Galileo. 

No estaba informado de temas fundamentales y controvertidos que le importaban un bledo. Tenía la formación de seminario de un cura español de la época de la Restauración, algo muy arcaico, como vemos en tantos aspectos que quiso imponer a su obra, porque no es de Dios, es suya. Ese "Dei" molesta ¿era él Dios? no lo era, pero se creía muy cercano, de ahí esas pinturas extrañas en las que lo introducen en escenas con el Arcángel Gabriel y la Virgen, Qué pretensiones. 

En el vídeo Antonio dice una barbaridad que le escuchó a Portillo sobre Escrivá. Es un disparate más que no voy a repetir, dan vergüenza ajena.

Y en efecto, nunca se dice en español la "obra de Dios", sino la obra....el "de Dios" se sobreentiende, es una manera de suavizar una expresión que dicha entera llevaría a hacerse preguntas por lo pretencioso.

Una suma de despropósitos que han hecho mucho daño.

Que se mantienen y prosperan porque en esta vida que vivimos quien tiene el mando y el poder que da el dinero hace literalmente lo que le da la gana. Es un gran ejemplo, no son de Dios, pero pueden presumir de haber vivido como Dios en nuestro país en particular. Copando todas las instancias y poniéndose las instituciones por montera, las eclesiásticas como estamos viendo en estos vídeos, y las civiles, de las que no se está hablando pero de lo que hemos escrito bastante.

De colofón la carta de alabanza de Juan Pablo II a Marcial Maciel cuando en el Vaticano hacía 40 años que se tenía constancia de denuncias contra el mejicano es un dolor, otro descanonizable. Otra precipitación, y en esto Ratzinger no fue prudente. 

Ser Papa no es fácil, es ser político, y esa dimensión hace que alcanzar la santidad me parece misión imposible. Si en la vida de un bautizado de a pie hay suficientes trampas como para que llegar a ser ejemplar en todo o en mucho es verdaderamente complicado, no deberían de hacerse ilusiones los que llegan a ocupar cargos en la Iglesia, dificultad añadida. En política los engaños, las trapacerías, las situaciones en las que hay que elegir entre lo malo y lo peor son ordinaria administración.

No  sé que les pasa a todos los que llegan a la cumbre de las instituciones que pierden la perspectiva moral del ser humano corriente.