RELIGIÓN SIN SALVACIÓN

 Martínez Albarracín que se retiró de la vida pública por el stress que le suponía la guerra contra fantasmas, reaparece para llamar poco menos que embustero a Ricardo y recordar que su abuelo del sevillano fue masón.  Puro ad hominem.

Ricardo  no le recuerda su parentela a nadie, no sé si su vocación antimentira, porque eso es lo que está demostrando, auténtica vocación,

es una farsa. Si no tiene razón en lo que dice, demuéstrese. 

El problema:  dicen que a las personas humanas se le quedan los brazos imantados.  ¿Cuál es su explicación del fenómeno?

El asunto radiación, si es cierto que aumentan los voltios en cuerpos, tampoco aborda la cuestión.  Ni  Ana Pastor es el catecismo, ni lo es Ricardo . 

Pero convendremos no es normal que haya que estar distrayendo viales de la circulación con vistas a su análisis con nocturnidad y alevosía, tanto Ricardo como ella como dña China Brandolino han distraído

 Me hago cruces, ¿cómo es posible que estén circulando millones de dosis de cosas y sea necesaria la santa pillería para enterarse de lo que contienen? ¿Cómo los consigue dña Maria Dolores y por qué no los consiguió antes?

Quienes no tenemos microscopio constatamos que la política oficial y los medios oficiales se dedican a la propaganda de modo brutal. Son tantas luchas acumuladas que no me creo en la preocupación por mi salud de nadie.

 Nada bueno podemos esperar de los multimillonetis que pagan la fiesta. No va a ser para nuestro bien,  este jaleo tendrá su precio. Es una guerra y en todas las guerras la primera víctima es la verdad. Como compruebo en un detallado libro sobre los meses previos al 1 de septiembre de 1939.

Cuantas mentiras y debilidades llevaron a la última guerra mundial. 2021 sin cañones ni trincheras  estamos en guerra, élites contra el grueso de la población teledependiente, políticodependiente y de la seguridad social dependiente

El resto, como en todas las guerras tiene libertad para ir y venir y juntarse 700 si es preciso.  Nos dirán lo que quieran y harán tb lo que quieran. No podemos dejarnos llevar por los buenos ejemplos.

Ya dije que la experta argentina disidente me parece supernumeraria. 

La han invitado a la tele de Ariza, también super.

Hace referencia al juez celestial el único en el que cree, pues sí en un sentido, pero no en todos, la justicia terrena tiene su ámbito, aunque esté tan podrida que mejor no tener que vérselas con ella. 

Alude a los controladores de la población, entre ellos William, siempre fuimos anticontroladores de la natalidad. En eso la élite opusina no se parece a la élite mundial. 

Tratar a los no millonarios como rebaño, pero a parte de los toques opus aquí y allí, al menos dice que no es normal que el v nazca en China y se expanda por avión a Italia y España, a causar desastres en vez de causarlos entre los países vecinos. Ya es dar en el clavo. 

Le cortan cuando menciona el material descubierto por Ricardo y Sevillano, no machaca, da credibilidad. 

 Disidencia sueltecilla de lengua,  me alegro de que le den tanta cancha, aunque es cancha dosificada, porque hubiera estado bien que se extendiera justo cuando dicen "hasta aquí llegó".

No tenemos ni idea de los desastres que Bill provocó en India con sus vaccins. Nos ponemos en sus manos, mejor, nuestro gobierno democráticamente elegido, nos pone en manos de semejantes hampones.

https://odysee.com/@LRD:c/Brandolino,-Chinda---Disidentes-del-Covid.-Entrevista-en-el-Toro-(16-07-21)-(34'24''):1?

 

Habla el filósofo que salva la cara del gremio:

Bajo el paradigma "la supervivencia lo es todo", los ciudadanos nos hemos convertido en súbditos de una dictadura médica. El derecho a la libertad recortado, el sentido de la vida desenfocado. Covid-19 como crisis estatal y gubernamental: ¿Coherencia en el diagnóstico  de Agamben?

¿Es la vida desnuda el bien en última instancia fabricante del vínculo social? Se pregunta  el filósofo italiano Giorgio Agamben al que le gusta provocar y que no tiene miedo a enfrentarse  a las cuestiones legales y políticas actuales. 

Acaba de publicar una recopilación de sus escritos de este último año "La epidemia como política".
 

"¿En qué punto estamos?" se pregunta. Agamben dice que el "distanciamiento social" es un eufemismo que sirve al Estado para aumentar su poder, y deslizarse hacia un autoritarismo incapacitante. Según el filósofo, el distanciamiento social prescrito conduce en última instancia a la disolución del espacio público.

Así plantea cuestiones estructurales que se esconden tras los engranajes globales.

"Investigaciones arqueológicas de la política occidental" es el subtítulo de su contribución al debate, que trata de los procesos de transformación y, en última instancia, de la vigencia del Estado constitucional moderno. La interpretación de Agamben del presente no está exenta de contradicciones.

El confinamiento y la vida desnuda
 

 El motivo de las consideraciones de Agamben fueron las medidas  impuestas a Italia en febrero de 2020. Aquí reconoce el punto de partida de un desarrollo peligroso que, en su opinión, inicia el camino a un estado de vigilancia. El trasfondo de esta transformación sería según Agamben, "la vida desnuda" y el miedo a perderla.

(La mentira y el control de los semejantes a los que se considera subhumanos.En mi versión.)


En armonía con el peligro del virus, se está gestando un cambio estructural social y existencial en forma de movimiento global: esta afirmación básica es el hilo rojo  del libro. El llamado estado de emergencia  declarado en 2020 (sin pruebas ni de su necesidad ni de su efectividad) es el quid de la cuestión, le evoca la teoría de Carl Schmitt,   la figura del "soberano", aquel que decide con autoridad qué es "normal" y qué es "excepcional".

Carl Schmitt (1888-1985), el controvertido filósofo político, se refirió a  Thomas Hobbes. Hobbes había formulado en su "Leviatán":

    Auctoritas, non veritas facit legem (la autoridad, no la verdad, hace la ley)
    Thomas Hobbes, Leviatán 1651

Hobbes sostuvo la exclusividad e irresistibilidad de la pretensión de poder del Leviatán refiriéndose al libro bíblico de Job: "Así que no hay nada ni nadie en la tierra que pueda competir con el Leviatán en términos de fuerza" (cf. Job, capítulo 41).

En este contexto, Schmitt escribió el dicho  citado en su "Teología política" (1922):

     Quien decide el estado de emergencia es soberano. (...) El caso excepcional revela con mayor claridad la naturaleza de la autoridad estatal (...).

Agamben que comprensiblemente no quiere ser confundido con un intelectual de derechas, como lo era Carl Smith e incluso Hobbes, enfatiza que el estado de emergencia fue establecido en la teoría del derecho alemana.

"La salud apuñala a la libertad"

El Leviatán, la voraz criatura mítica, marca el desarrollo del concepto estatal de soberanía en el comienzo de la modernidad, siglo XVII. La imagen del monstruo cruel proporciona combustible para la crisis actual. En opinión de Agamben, el estado moderno, en virtud de su soberanía, usa el elemento "excepción" para cambiar permanentemente el orden político. Agamben dice:

     "La epidemia pone de manifiesto el hecho de que el estado de emergencia, en el que los gobernantes nos han metido de modo provisional, hace tiempo que se ha convertido en nuestro estado normal".
     Giorgio Agamben

(En Francia concretamente llevan en estado de emergencia ininterrumpido o en algún nivel del mismo desde los atentados de 2015)

Mediante el miedo a la propia muerte alimentado por Covid-19, la mayoría de los ciudadanos pueden sentirse motivados a realizar ciertas renunicas ( a bienes esenciales en una sociedad abierta como son la libertad de movimientos, de reunión, de expresión, de manifestación). Y así, de golpe y porrazo,  establecida la preservación de la vida - biológica - como bien mayor, se justifican las usurpaciones antidemocráticas por parte del poder político, que cada día que pasa se van asentando y haciendo claramente permanentes. "La salud triunfa sobre la libertad".

Vaya patraña, sin libertad ¿para qué la salud?

¿Ciencia ficción? El hombre como "biomasa"

En un libro de 2006 ("Survival in the Void"), Johannes Scheu se ocupa del "campo de concentración" y del "Homo Sacer", una figura del derecho romano. Agamben junta ambos aspectos del significado en el doble sentido de la palabra sacer: santo y separado ("prohibido"):

    En la estructura del "campo de concentración", Agamben ve el estado de emergencia materialmente localizado: el campo es el espacio que se abre cuando el estado de emergencia comienza a convertirse en la regla. En él, el estado de emergencia [..] recibe una disposición espacial permanente.
    Johannes Scheu, "Survival in the Void"

En el campo, como Homo Sacer, la gente experimenta su reducción radical a una vida desnuda. Guantánamo y Abu Ghraib, las zonas internacionales en los aeropuertos, pero también las unidades de cuidados intensivos de la medicina moderna son los espacios dentro del orden político en los que hay producción de Homines Sacri. Espacios en los que la vida santa (y al mismo tiempo prohibida) habita en toda su impotencia.

En  la pandemia esto se concretó en que la gente quedó encerrada en sus hogares. Los contactos sociales se consideran prescindibles, incluso peligrosos. La nueva lógica exige la subordinación de la vida a las estadísticas, que consideran al ser humano como la biomasa que hay que gestionar. El Estado se transforma en una dictadura médica.

Según el diagnóstico de Agamben, el desarrollo del Estado es tal que la "medicina totalitaria" está ganando cada vez más poder e influencia.


Una nueva religión, sin perspectivas de salvación

 
La medicina como nueva religión retoma un motivo paulino y nos exhorta: "orad sin cesar". La religión en forma de medicina toma la dimensión escatológica de un cristianismo degenerado. El capitalismo ya había eliminado la idea del fin de los tiempos y la secularizó a través de un estado de crisis permanente sin perspectivas de redención.

    "Es la religión de un mundo [es decir, la religión llamada medicina] que se siente al final y, sin embargo, a diferencia del médico hipocrático, no puede decidir si sobrevivirá o morirá".
    Giorgio Agamben

El dios de esta nueva religión es la "vida desnuda" (ibidem, 99). El cuerpo suspendido artificialmente entre la vida y la muerte se ha convertido en el nuevo paradigma político que los ciudadanos deben utilizar para guiar su comportamiento. La vida desnuda, separada del contexto social, es el núcleo de este culto médico.

De esta manera, la pandemia revela el tipo de "población biopolítica" que ya no es un cuerpo político. El Estado de Seguridad convierte el derecho a la salud en una "obligación con la salud" (95). La idea de ciudadanía se ha convertido en un objeto pasivo de cuidado, vigilancia y desconfianza (106).

     "La pandemia ha demostrado sin duda que el ciudadano se reduce a la mera existencia biológica".
     Giorgio Agamben

El tipo de medicina está a punto de otorgar el poder de la soberanía (o la ilusión de la misma). El cuerpo político se convierte en cuerpo biológico.

Filósofos al servicio del system contradicen a Agamben, son muchos, aquí no me caben (Stephanie Graefe, Esposito, Kohler).

"Vuelve la cuestión aristotélica"

De modo que las tesis de Agamben no quedan sin respuesta. Y, sin embargo, es quizás precisamente la agudeza provocadora con la que Agamben va a trabajar en sus reflexiones lo que impresiona sobre su movimiento de búsqueda filosófica. La reducción del sentido de la vida a pura supervivencia resulta ser una limitación mortal de cualquier tipo de horizonte y, por último, pero no menos importante, despoja al sujeto moderno de su existencia política, sobre el fondo de un Estado como una quimera de amenazas potenciales:

"Podríamos pensar que la gente ya no cree en nada, salvo en la vida desnuda que debe salvarse a toda costa. Pero sobre el miedo a perder la vida, lo único que se puede establecer es una tiranía, el monstruoso Leviatán con la espada desenvainada".
    Giorgio Agamben

Por último, pero no menos importante, llega a las raíces de nuestra comprensión moderna del estado. En una entrevista con Dimitra Pouliopoulou para la revista griega "Babylonia" (mayo de 2020, incluido en el volumen pp. 92-113) leemos: "La pregunta aristotélica sobre la mejor forma de gobierno, ensombrecida durante mucho tiempo por el triunfo de la democracia liberal, vuelve a plantearse "(ibid., p. 109).

Cuestionable  "sociedad de supervivencia"

En última instancia, el punto de inflexión actual toca un tabú central: lidiar con la muerte. En el paso a la modernidad, la muerte dejó de ser una amenaza constante, pensó Foucault, sobre todo debido a la disminución de las epidemias y pandemias (Foucault 2014). Pero eso fue mucho antes de 2020.

El virus vuelve a hacer visible la muerte que creíamos haber desterrado a lo invisible, afirma el filósofo Byung-Chul Han. Ante el inminente peligro de muerte, sacrificamos voluntariamente todo lo que hace que la vida valga la pena. Pero simplemente "sobrevivir" no es un objetivo para el filósofo.

La "sociedad de la supervivencia" es hostil al disfrute, continúa Han, y teme por nuestro concepto de vida después de la pandemia:

 "Nos hemos hecho un poco como el virus: una criatura no muerta que solo se dedica a reproducirse, sobrevive sin vivir". 

Vida de virus, para los virus fabuloso, no para los humanos.

Fechas en qué termina la fase experimental:

 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
A ver quien explica aquí si lo sabe como esta 5ª hola ataca er vicho a los adolescentes? Y no me digan que es por que se fueron de viaje de estudios.
Pero si antes también hacían botellones o iban a bares, me dicen que que ha sido ahora y que a ellos no les ataca fuerte por que son jóvenes, madre del amor hermoso cuantas mentiras y casi creo a este hombre del libro cuando dice salud o libertad, ostia con perdón es verdad no tenemos libertad solo pensamos en ver como salimos de esta, esa es la supervivencia. Bueno a ver si dais mejores noticias . Otra cosita que pensáis de estos doctores del Ramon y Cajal que llevan año y medio en los noticieros hablando de lo mismo,.
















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