EDUCADOS EN LA CASA DEL PÁRROCO





Impensable aquí pero frecuente en Alemania.  Ya me parecía que la Merkel iba de uniforme con sus chaquetillas todas iguales de tres botones y sus pantalones negros. Su poco sofisticado peinado, austeridad a fondo.

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Angela Merkel y Joachim Gauck crecieron en casa del párroco. La alemana casa del párroco es un mito moderno.  Julia Korbik se entrevista con Christine Eichel, ella también fue hija del Pastor, ,sobre la "nueva humildad" en política, la ética del trabajo protestante y vida en una casa de paredes transparentes. 

The European:   Joachim Gauck hijo de pastor evangélico es Presidente federal,  y Angela Merkel, hija de un pastor de la Alemania del Este es canciller, ¿ azar?
 
Eichel: No. Las exigencias que se imponen a los políticos (alemanes) se asemejan cada vez más a las que antiguamente se imponían a los clérigos.

The European: ¿Cuáles son esas exigencias?
 
Eichel: Un cierto tipo de humildad. Los políticos como los clérigos han de ser moralmente irreprochables y por supuesto no han de buscar ningún tipo de ventaja dineraria en su trabajo. El sacerdote no busca bienes materiales, esto le viene dictado por el mandamiento cristiano de la pobreza. En el debate que sigió a la dimisión de   Christian Wulffs se vió lo importante que era para un político tener raíces en la parroquia. Lo dijeron   Joachim Gauck ,  Margot Käßmanny el obispo retirado Huber. Todos hablaron de una renovación espiritual y moral basada en el espíritu de la casa parroquial. Las virtudes que en ella se cultivan encajan en el perfil del político (alemán) actual.

The European: ¿Y los políticos como Joachim Gauck o Angela Merkel cumplen  con el perfil?
 
Eichel: Sí, aunque no del mismo modo. Tampoco hay que pensar que los habitantes de la casa parroquial siempre dan la imagen de lo que realmente son y hacen. Pero la señora Merkel es un buen ejemplo. La ausencia de pretensiones se ve en su estilo vestimentario: siempre igual, poco vistoso, con sus chaquetas de tres botones y sus pantalones negros, casi de uniforme, un poco anticuado. Además vive en un piso, no en una casa. Se va de viaje a caminar por los Dolomitas, jamás al Caribe. Son elementos de un estilo de vida que hoy se han vuelto importantes.
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J. Gauck, Presidente federal Alemania




The European: ¿Y qué decir de Gauck?
 
Eichel: es de otra forma, Gauck mustra la aureola de la casa parroquial de modo diferente. Fue pastor en tiempos de la República Democrática de Alemania, cuando se había producido un gran retroceso buscado de la iglesia. Eso significa que  Gauck con su conducta tenia que hacer publicidad de la religión, era un pescador de hombres.  Pero el supuesto de que la gente que vive en casa del vicario no abusa del cargo vale para los dos. 

The European: ¿Qué virtudes aprendidas por los niños en la casa parroquial son exitosas en la esfera política? ud. considera en su libro que la llamada "ética protestante del trabajo" es un mito
 
Eichel: También lo hicieron los contemporáneos de Weber. Se puede observar que a menudo, no siempre, en la vicaría hay un gran apego a las virtudes prusianas. Cumplimiento del deber, disciplina, incorruptibilidad. Por supuesto no hay que pensar por anticipado que cualquier político procedente de una parroquia es así.

The European: ¿De dónde procede este afán por la virtudes protestantes? el caso Wulff no puede ser el único factor.
 
Eichel: Vivimos en tiempos inseguros, la gente tiene la impresión de que puede perder el dinero, de que el euro no es una moneda segura que puede fracasar, cunde la impresión de que el crecimiento económico y la sociedad de consumo tocan a su fin. Por eso queremos políticos que den confianza, que aparezcan como buenos conductores del país en tiempos de crisis, que no vivan del cuento y que podamos confiar en ellos porque los vemos que personalmente también saben ahorrar.


The European: Los debates sobre el sueldo de los políticos, los beneficios que obtienen  …
 
Eichel: Sí se habla mucho de cuánto nos cuestan los políticos, de cómo viven y de si son más ricos que los demás. En parte seguramente es un debate provocado por la envidia. ¡Típico de aquí! Cuando en Estados Unidos alguien conduce un  Rolls Royce todos le aplauden. En Alemania el propietario teme que le den un golpe o le hagan un arañazo. El clima es diferente, tiene que ver con la cultura protestante, y en tiempos de crisis es peor.  En un momento en el que se discute agriamente sobre los beneficiarios de los subsidios Hartz-IV, no cae bien ver a un político pasearse con un Rolex en la muñeca.

The European: En otros países de Europa la población parece más tolerante con el lujo de sus políticos habó del presidente "bling bling" que fue Sarkozy y del italiano "Bunga bunga" que fue  Berlusconi.
 
Eichel: Es un fenómeno para pensar, muestra que no vivimos en una cultura hedonista, porque los políticos enseguida son sospechosos de vivir en el lujo. Una ministra francesa puede lucir un modelo de Chanel, aquí la gente se preguntaría ¿de dónde ha sacado el dinero para pagárselo?


The European: En su libro habla Vd de la casa parroquial alemana como el rechazo del pesimismo cultural, ¿podría explicarlo?
 
Eichel: El pesimismo cultural es una conducta en cuya base hay un pensamiento apocalíptico, todo va a peor y el mundo se acaba. La fe cristiana sin embargo aporta esperanza y salvación. Esa base teológica no legitima el pesimismo en general. En otras palabras: el creyente cristiano que mira al futuro siempre tiene ante sí la promesa, la esperanza en la salvación. ¡Todo puede ir a mejor! Quizás estos pensamientos y esperanzas encajan bastante bien en un tiempo en el que tantos predican  y hay cierto deseo de apocalipsis final.

The European: Gauck y Merkel se criaron en la antigua República Democrática Alemana. ¿Había diferencia con las casas parroquiales en la Alemania del oeste? 
 
Eichel: La casa parroquial de la antigua  DDR estaba en una posición excepcional. No iban con la ideología oficial. El Estado hacía la competencia a la Iglesia, por ejemplo quería tener el monopolio de las organizaciones juveniles y de las actividades de tiempo libre. La casa parroquial era como una isla en la que se ofrecía cultura burguesa, bendición de la mesa y conciertos "caseros". Cuando surgieron en la DDR lo hicieron muchas veces con el lema: "cuando la fama se arruina uno vive sin inhibiciones". La casa parroquial no estaba bajo la presión de vivir conforme al sistema comunista. Fue por un ello un polo de atracción para muchos que se veían en dificultades con la ideología oficial, con su fallido discurso cultural y las relaciones sociales reales.

Christine Eichel hat Schießen gelernt: Zur Recherche. Christine Eichel
Christine Eichel

The European: ¿Fue la parroquia en Alemania del Este una célula de resistencia?
 
Eichel: Las parroquias se politizaron de hecho y fueron una energía suplementaria para la revolución pacífica. Por ejemplo tenemos las manifestaciones del lunes en   Leipzig. Se originaron en un contexto eclesial. En el primer parlamento tras el final de la  DDR había me parece 18 párrocos. Por ejemplo  Markus Meckel colgó la sotana y se dedicó a la política.

The European: ¿no es un peligro esa mezcla política y religión? Lutero distinguió las dos esferas, en Gauck y Merkel se mezclan.
 
Eichel: Vivimos en separación Iglesia y Estado, muy importante. Pero me parece que la diferencia luterana, la enseñanza de los dos reinos, representó un grave problema; en el reino de Dios, solo Dios es supremo juez y señor, en el reino terrenal tenemos que obedecer a la autoridad constituida. Fue una decisión fatal. Lutero mismo cooperó con los señores, pagó a los párrocos y contribuyó a reafirmar la alianza del trono y del altar. Lo que llevó a una no siempre simpática lealtad de los párrocos a los señores. En el tercer Reich fue una de las razones por las que los párrocos de la iglesia evangélica no tuvieron la valentía para resistir.

The European: También hubo la iglesia que "confesó". 
 
Eichel: Fue un esfuerzo para que la iglesia fuera autosuficiente, porque Hitler quería uniformarlo todo. Pero no era un verdadero foro de resistencia. El aprendizaje se produjo en tiempos de la república democrática, cuando ya se sabía que mala era la colaboración con un estado totalitario y entonces se dejó de lado la idea de Lutero.

The European: Puede ser, pero los políticos que proceden de la parroquia mezclan el poder y la fe, ¿no cree? 
 
Eichel: Esos políticos no transmiten ningún tipo de fe. La señora Merkel en particular nunca lo hace. El presidente  Gauck de vez en cuando utiliza conceptos como esperanza y absoluta confianza, pero ni Lieberknecht ni Göring-Eckart están todo el día con los valores cristianos. La fe no se entrega como regalo engañoso del poder.

The European: Así que todo esto de las raíces en la casa parroquial es un asunto que ya ha pasado de moda. El teólogo  Karl-Wilhelm Dahm dice al respecto que ya no existe la simbiosis que la vocación del párroco y la casa del párroco. ¿Qué significa esto para el futuro?
 
Eichel: Yo también crecí en una casa parroquial. Mi padre estaba disponible 24 horas. Por las noches nos llamaban si alguien fallecía. Mi madre dirigía el coro y realizaba muchas otras tareas. Los niños tocábamos el piano y el órgano, adornábamos la Iglesia, hacíamos trabajo para el bazar. Toda la familia participaba de la parroquia.

The European: ¿y las cosas ya no son igual ahora?
 
Eichel: En primer lugar las típicas mujeres del párroco han desaparecido, que tras la emancipación de la mujer no quieren definirse por el trabajo de su marido. Tampoco los niños quieren participar, hay una gran necesidad de privacidad: ya no hay transparencia como antiguamente. La familia tenía que ser impecable como el vicario, sin crisis, sin conflicto. Estas expectativas ya no tienen curso.  También está bien que la atención se concentra más en el vicario y ya no se tiene en cuenta a su familia.


The European: ¿Cómo era la infancia en este tipo de familia "transparente"?
 
Eichel: Cada caso es diferente. Algunos hijos de párroco me dicen que se lo pasaban bien, que era un microcosmos y otros que les traumatizó.

The European: Aún cuando todos los hijos del párroco no estén traumatizados muchos miran críticamente hacia su pasado por ejemplo Benjamin von Stuckrad-Barre, Friedrich Nietzsche y Gottfried Benn.
 
Eichel: La observación desde fuera crea presión dentro. Cuando todos miran con lupa lo que hace la familia del sacerdote, hay una presión que puede ser recibida negativamente. Los niños quizás tienen la impresión de haberse caído en la marmita de poción mágica  como Obélix y ya tiene suficiente, por ejemplo le ocurrió a  Benjamin von Stuckrad-Barre.

The European:¿Esta presión reviste a veces una forma violenta?
 
Eichel: Sí claro. Algunos me dijeron que de pequeños recibieron palos. Algunos pastores no soportan que su familia se desvíe lo más mínimo. El periodista  Christoph Dieckmann contó que su padre le pegaba con un neumático de bici. Confesó: "mi padre era un hombre violento que no soportaba que su familia no representara el ideal cristiano". Otro me dijo que era una delegación de la presión.

The European: ¿Qué es esa delegación?
 
Eichel: La presión que uno mismo sufre la pasa a otros. El padre vive bajo una gigantesca presión tiene que mostrarse irreprochable ante la comunidad, pasa esta presión a sus hijos y a veces de modo violento. La película  Das Weiße Band= La cinta blanca lo tematiza de manera muy expresiva.   Ingmar Bergman lo describe en su película Fanny y Alexander, en la que un obispo trata violentamente a los niños. Es el lado oscuro de la casa parroquial.

The European: ¿le han entrado a Vd ganas de rebelión?
 
Eichel: no lo llamaría rebelión, pero pasé por una fase de alejamiento de la fe. Cuando estudiaba filosofía en  Hamburgo disfruté de los placeres del cinismo, la inautenticidad. Entonces a principios de los años 80 la fe no tenía lugar, me hubiera sentido ridícula diciendo: "creo en Dios". Había perdido la fe tal y como la vivía en la infancia. Duró casi 20 años hasta que la volví a encontrar, hoy no tengo problema ninguno en hablar sobre la fe y reconocer que voy con relativa frecuencia a la iglesia. No me rebelé pero sí tenía necesidad de liberarme de la atmósfera de la parroquia, de abrir la ventanas, de ver que había fuera.

The European: ¿Cómo se lo tomó su padre?
 
Eichel: Tuve suerte. Para ellos fue difíicil pero no me cerraron las puertas. Für meine Eltern war es schwierig, aber sie haben es mir nie vorgeworfen. Fueron muy generosos y su generosidad fue una expresión de confianza en Dios, ¡volverá!



 Dietmar Heeg 12.04.2012


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