SEGUIMOS CON LA FINANZA

 Recuerdo que habíamos quedado en que el asunto abusos se estaba usando políticamente, para la lucha entre facciones eclesiales, no tanto para aclaración, justicia, reparación, sanación de heridas. Me da la impresión de que seguimos en las mismas. Y traigo este artículo porque parece dar una explicación al apartamiento de Pell de las finanzas vaticanas. Justificaría las acusaciones, el juicio del que es objeto en Australia por abusos de hace 30 años. Da la impresión de que han querido apartarlo de la aclaración financiera del Vaticano.



Nido de víboras cardenalicias que debe de ser ciudad del Vaticano.  Francisco se va a visitar inmigrantes, monjas y lo que se tercie para quitarse de en medio. ¿Va a matar a los monseñores cardenales vanidosos? imposible, ¿cómo apartar a funcionarios vaticanos vitalicios apegados a sus cargos y prebendas?

Esta publicación National Catholic Register es posible que sea ultra derecha eclesial norteamericana, trata de los Caballeros de Colón, una especie de od estadounidense y explica porqué las mujeres no tenemos derecho a predicar en Misa. Pero  es buena la conclusión a la que llega en el último párrafo, aunque no cite sus fuentes. El anonimato y la cobardía marcas de lo que rodea a lo eclesiástico. ¿Hay santos gallinas? no creo...


En octubre de 2016 dos años después de haber sido nombrado Prefecto del Dicasterio para los asuntos económicos, el cardenal G. Pell observó que el Vaticano era titular de grandes cantidades de dinero en cuentas off shore. Tres años más tarde, hoy, las preguntas suscitadas por el card. al respecto de APSA (Adm. del Patrimonio de la Santa Sede) siguen sin respuesta. Pell identificó lavado de dinero y fraude relacionados con esas cuentas, y cuestionables transacciones entre particulares de activos y bienes inmuebles.

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Deseoso de secundar el mandato del Papa Francisco en el sentido de erradicar la mala gestión y la posible corrupción en las operaciones financieras, el card. Pell contactó con amigos financieros londinenses. Hicieron una estimación de unos 100 millones de euros en cuentas en dos bancos privados de la suiza Lugano. El cardenal Pell pidió a un bufete de abogados suizo que se enterara de los estados de las cuentas desde hacía 10 años, y luego serían inspeccionados por Libero Milone, ex socio de Deloitte, consultora financiera internacional y a la sazón auditor general del Vaticano.  Para ello el cardenal australiano pidió una firma al Papa Francisco.

Pero los extractos bancarios no llegaron ni a Pell ni a Milone ya que ambos fueron separados de sus cargos vaticanos. Los escándalos sexuales de hace mil años cayeron sobre Pell, y la acusación de corrupción sobre Milone, aunque tras investigación interna los funcionarios vaticanos no encontraron nada reprochable en Milone.

Fuentes consultadas afirman que probablemente se trató de sabotear la operación de obtención de los extractos bancarios. Con frecuencia los funcionarios de APSA alegaban dificultades cuando se les pedían los estados de esas cuentas.
La resistencia principal a la claridad concernía unas cuentas cifradas de las que ya Promontory Financial Group había advertido en 2014 que eran sospechosas de lavado de dinero y fraude.Si bien parece que algunas de esas cuentas se han cerrado, no está claro, Promontory sospecha que hay al menos 6 cuentas de actividad problemática.

Monseñor Mistò ha sucedido a Pell al frente del dicasterio y parece que en realidad nunca se supo en APSA ni la cantidad precisa ni la titularidad de dichas cuentas.

Los números de dichas cuentas son  "irregulares" lo que hace difícil el seguimiento de lo que pasa con ellas. Los bancos implicados son Banca della Svizzera Italiana y Julius Bär y se dice que han podido albergar hasta 7 billones de euros. Ambas entidades se han negado a confirmar o negar la existencia de dichas cuentas, el 11 de julio un portavoz de Julius Bär alegó que su política les impide dar esa información al periódico National Catholic Register. Pero el periódico confirmó la existencia de dichas cuentas por otra fuente alternativa.
Desde el anonimato y poniendo como condición el mismo dicha fuente afirmó que "conforme pasaban los meses estaba más claro que APSA es un nido de corrupción y que en el eje del asunto figuran dichos bancos de Lugano, "Transacciones altamente irregulares están circulando por esos dos bancos."

Ni Claudia Ciocca, directora de la secretaría encargada de investigar dichas cuentas, ni el arzob. Nunzio Galantino, actual presidente de APSA, respondieron a los requerimientos de NCR. Tommaso di Ruzza, dir. de la AUtoridad financiera del Vaticano que supervisó APSA hasta 2016 aseguró que en lo que a él respecta "no era correcto describirlas como cuentas ilícitas y que no puede revelar si encontraron indicadores de anomalías." "Como regla general si encontramos anomalías, la Autoridad de APSA las propoporciona espontáneamente y requiere información de las autoridades italianas si el sujeto concernido es un ciudadano italiano o si la transacción tiene que ver con el territorio italiano." Pero no quiso responder a la pregunta de si se realizó dicha verificación cuando la Autoridad Financiera del Vaticano supervisó APSA.

Propiedades inmobiliarias de APSA
Otro reto con el que se enfrentó el cardenal Pell fue el intento de transparencia, control y vigilancia a la administración de las propiedades vaticanas en el extranjero.
 Según algunas fuentes pocos empleados en APSA conocen la amplitud de las mismas, se gestionan fuera de la contabilidad oficial de modo confidencial. Gran parte de esas  propiedades proceden  de los fondos proporcionados al Vaticano por el gobierno de Mussolini como consecuencia de los Pactos lateranenses entre ambos Estados en 1929. Fue una compensación por las propiedades perdidas debido al Risorgimento de Italia, el período final del siglo XIX que vió el nacimiento de ese Estado moderno.

En 2016 se estimó que el valor de los inmuebles propiedad de   APSA era de al menos  800 millones de euros, incluidos edificios en el prestigioso barrio londinense de Mayfair, en París y en Suiza. La gestión de los inmuebles ingleses la lleva la compañía  British Grolux Investments Ltd, que no reconoce en sus papeles que el propietario sea el Vaticanos aunque varios de sus ejecutivos están directamente relacionados con APSA.En 2015, sin razón aparente APSA gastó 100 millones en la compra de una propiedad londinense que incluye  108 apartamentos y 5.000 metros cuadrados de tiendas. El Cardenal  Domenico Calcagno, que estuvo al frente de  APSA desde julio  de 2011 a Junio de 2018, habría solicitado en el último minuto la aquiesciencia de Pell a la transacción pero el australiano no cedió debido a  preguntas que no le respondieron. El trato siguió adelante a pesar de todo una vez que el Papa anulara la decisión de Pell dado que Calcagno explicó a Francisco que APSA perdería casi 5 millones de dólares si no se llevaba a cabo.

El Cardenal Pell se opusó a que se usara el fondo de pensiones del Vaticano para la mitad de la compra y preguntó si esa inversión tenía que ver con la estrategia del fondo y cómo. Pero  Calcagno era presidente del fondo y se escribió una carta a sí mismo, de APSA al fondo, aprobando la transacción. El cardenal estaba siendo investigado acusado de malversación en la época en que fue obispo de   Savona (investigación que no terminó en procedimiento penal contra él al haber alcanzado la edad de retiro episcopal de 75 años, y dado que el Papa aceptó su jubilación como presidente de APSA).

La compra del inmueble en Londres en 2015, situado entre los números 176-206 High Street Kensington, es considerada hoy por los expertos como un mal negocio, que aumentó la burbuja especulativa a punto de reventar y haber perdido valor por el referendum del Brexit un año después.

“Hay que subrayar que las propiedades APSA no las gestiona APSA pero pertenecen a la Iglesia", dijeron las mismas fuentes a este periódico. “Pero las gestionan como si fueran suyas y si alguien pide cuentas aunque sea el Secretario de Estado lo ven como un intruso.”

Falta de transparencia

APSA no tiene la exclusiva de la aversión vaticana a ser investigado. En  2017 fue abruptamente cancelada la primera auditoría del  Vaticano llevada a cabo por Price Waterhouse Coopers (PwC). Lo hizo el   Secretario de Estado al poco de comenzar con el acuerdo del Consejo para los asuntos económicos formado por un grupo de cardenales.
El dicasterio de Pell descubrió grandes cantidades de dinero que no estaban en la contabilidad oficial,
 (94 millones de euros en la secretaría de Estado y luego casi  1 billón de euros en otros dicasterios). En declaraciones a este periódico NCR, el cardenal Angelo Becciu, sustituto en la Secretaría de Estado entonces y hoy prefecto de la Congregación para las causas de los santos, dijo que no sabía de las cuentas en el extranjero ni de los inmuebles gestionados por  APSA. Según él APSA es un organismo autónomo y no todas sus operaciones se hacen con el conocimiento de la Secretaría de Estado.

El cardenal declaró también que " la secretaría de Estado en principio no se opuso a la auditoría de  PwC” pero quiso "establecer límites temporales y temáticos a su intervención".

“Se presentaron y quería mirarlo todo", dijo y añadió: "está claro que eso no podía ser por los altos costos de la operación que habían sido aprobados por la Secretaría de Asuntos Económicos sin consultar con nadie.” El cardenal dijo que la cancelación del contrato con  PwC se realizó de modo consensuado sin que hubiera pérdidas financieras, también dijo que la auditoría de PwC no estaba bien planeada y por el bien de todos hubo que cancelar.”

Sin embargo otras fuentes fiables nos confirman que  PwC ofreció alternativas para que no se gastara demasiado dinero en la auditoría. También nos dicen que todo lo referido en este artículo es sólo un ejemplo de las  reprochables conductas vaticanas en relación a las finanzas, y que el Arzobispo
 Galantino, y el nuevo sustituto, Arzobispo Edgar Peña Parra, están haciendo algunos progresos enderezando la mala gestión y la posible corrupción en el  Vaticano y en el extranjero. Lo que muchos expertos e inspectores, así como asesores desearían es un cambio  radical de personal.

La segunda fuente consultada nos dice “Sería tan simple eliminar la corrupción: cambia el personal y sigue las reglas” . “Cambiar las estructuras ayuda porque se mejora el control y la vigilancia pero no tiene sentido hacerlo si el personal que controla el dinero, los contratos, las acciones son los mismos de siempre, la vieja guardia".

Además del Arzobispo Galantino y Claudia Ciocca, intentamos contactar con el Arzobispo  Peña Parra y la sala de prensa de la Santa Sede para que nos confirmaran la existencia de las cuentas en Suiza y de las propiedades de APSA en el extranjero así como las razones para la cancelación de la auditoría de PwC. Ninguno de ellos se mostró dispuesto a la aclaración de dichas cuestiones.

Comentarios

I have not left ha dicho que…

Libro recomendado, si te gustan los libros que no están escritos por sus autores:
Navarro Valls. El Portavoz, por Rafael Navarro Valls - editorial rialp.
https://www.elconfidencial.com/cultura/2019-06-27/vaticano-navarro-valls-papa-juan-pablo-ii_2090514/


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