OBEDIENCIA TRAMPA

Dice el cura Vignon, destituido como juez eclesiástico en Lyon por haber pedido en 2018 la dimisión del card. Barbarin debido a su actuación en caso abusos, que a menudo le llaman "desobediente". Es el único cura conocido que se haya mostrado combativo con el asunto "desviaciones sectarias en la ig. católica". Y por supuesto nos incluye en su diatriba antisectaria. Quitándolo de los tribunales eclesiásticos lo quitan de conocer abusos variados a los que tenía acceso. Y ayudaba, p.e a monjas abusadas. Su gesto mediático ¿mereció esta destitución?



La obediencia, virtud católica por excelencia, freno indiscutible para el avance científico en particular en nuestros países católicos donde el poderío eclesial ha sido absoluto.  Todas las virtudes naturales y sobrenat se reducían a esta: la santa obediencia.Si hablaban de fe acababa siendo obediencia, si hablaban de sinceridad, de generosidad, de humildad, de caridad...el mínimo común múltiplo era siempre ¡obedece!






Escribe el padre Vignon

 "Con la palabra desobediencia beatas y beatos intentan cerrar la discusión. A pesar de mis limitaciones inherentes a la condición hna nadie puede acusarme de desobedecer, no mis superiores. Si me atacan en este punto lo hacen basados en una falsa teología y espiritualidad desviada. Por eso me he ido a buscar una historia casi desconocida, la del obispo inglés de Lincoln del s. XIII  Roberto Grosseteste. Edificante historia.
(...)
el tema no soy yo ni Barbarin, el tema es la obediencia. La obediencia es necesaria en la Iglesia pero mal entendida se convierte en medio de mangoneo por parte de la autoridad y un medio de atontamiento del creyente que de ser libre por el bautismo se convierte en sectario consentidor de su propio descerebramiento. Dios espera de nosotros la obediencia por amor de hombres libres y no un vil aplastamiento servil.

 [1]

 (...)

El Memorandum del obispo Robert Grosseteste

El 13 de mayo de 1250 en Lyon, en la iglesia de Saint-Jean o en la de Saint-Just, el obispo inglés, Roberto Grosseteste (1170- 1253), fue recibido en audiencia por el papa Inocencio IV rodeado de los cardenales. RG obispo desde  1235 ya se había hecho notar en el conc.  de Lyon en 1245 por exponer la situación de la Iglesia.
En esta audiencia de 1250, después de captar la benevolencia del auditorio y suscitar su atención expuso los motivos de los problemas de la Iglesia. Primero defección y multiplicación de malos pastores, limitaciones del poder pastoral de los obispos por parte de la curia. Si hubiera buenos pastores, la fe crece y se expande. (...) Muestra los vicios de los pastores [6]. Ls pastores deberían de ser ejemplares, luz del sol que ilumina y vivifica el mundo, la hacer lo contrario de su misión, expanden las tinieblas y contribuyen a su pérdida volviéndolo frío y corrupto.

Roberto Grosseteste, osa decir claramente [7] que la causa de todoel mal es la propia Curia. [8]. No sólo no lucha contra el mal sino que lo provocan distribuyendo beneficios mediante dinero. Los . Les responsables de la Iglesia dan los encargos  pastorales a incapaces, inexpertos, ignorantes del arte del bueno gobierno. Si la sede de Pedro debería ser el sol espiritual de la Iglesia y dado que no cumple la misión, la Iglesia languidece. Si el papa y los obispos, que están revestidos de la persona de Cristo y del que han recibido el encargo de llevar adelante la obra de salvación, se separan de Cristo y de su cuerpo que es la Iglesia, no cumplen la misión.  Y separándose del cuerpo de la Iglesia, pierden la legitimidad de su autoridad.

Roberto expone 4 causas del mal, tienen que ver con el sistema de los beneficios, sistema que se había apartado de su objetivo inicial[9] . Primo, a causa de las exenciones pontificias de los monasterios que impiden que los obispos pongan orden cuando constatan abusos   [10]. Secundo  a causa del poder real que impide al obispo realizar su trabajo. Tertio por la posibilidad de apelar a Roma y quarto al metropolitano, recurso de los clérigos delincuentes para que los procesos duren y nunca se vean castigados. Veremos que estas acusaciones de hace 770 años siguen vigentes.

La carta 128 al papa Inocencio IV [11] : « filialiter et obedienter non obedio sed contradico et rebello ».

El papa no se alegró y quiso actuar contra Grosseteste, sólo los cardenales frenaron sus ímpetus. Pero se ve que Inocencio IV Sinibaldi se la guardó y 3 años después envió una bula conminando al obispo de Lincoln para que confiriese un beneficio a su sobrino  Federico da Lavagna. La bula se conserva hoy y es un dechado de derecho canónico, pero no lo es desde el punto de vista ni moral ni teológico, no dejaba a Roberto Grosseteste la posibilidad de desobedecer.
Roberto por lo demás era un clérigo obediente al Papa. [12] . En esta ocasión en su carta  128 va más allá. Y explica que la sede apostólica no puede actuar sino es en bien de la edificiación de la Iglesia y no para su destrucción. [13] . Pero atribuir de modo autoritario un beneficio a alguien que no está en condiciones de ejercer esa función, sólo por darle medios financieros, es un abuso de poder que destruye la Iglesia. Escribe  Robert una fraser inmortal : « desobedezco de modo muy filial y muy obediente, me opongo y me rebelo » [14]. Lo hace en razón de su obediencia a la q debería ser la misión del Papa, por amor a la unidad del cuerpo de Cristo y en razón del pecado evidente del que pide ventajas para uno de su familia. [15]

Volviendo a la actualidad

Esta historia auténtica que solo los especialistas conocen comporta 2 lecciones actuales. Aunque ya no existen los beneficios eclesiásticos, las exenciones de los religiosos llegan hasta 2019. Sigue siendo difícil para un obispo o una Conferencia Episcopal cortar los abusos [16] No faltan ejemplos. Cuando los obispos inician un procedimiento es frecuente que poderosos protectores ocultos en la Curia aborten el asunto. La exención se ha extendido hoy a las llamadas nuevas comunidades: Legionarios, Neocatecumenales, Comunión y Liberación, "Opus Dei", Focolares et le Renovación caristmática Intenacional. Los 2 escándalos Vatileaks son la parte visible de esas luchas de poder de guante blanco en el seno de la Curia romana.
Hoy siguen actuando en toda impunidad a pesar de las declaraciones y llamadas de atención del papa Francisco en sus homilías matinales de Sta. Marta.  El sistema medieval consistente en enterrar las quejas sigue activo igual o más que en el siglo XIII.



Cuando Francisco quiso instituir un   tribunal que juzgara a los obispos, la Curia entera se puso de acuerdo para que el proyecto no llegara a término. Cuando el Papa publicó el  Motu proprio « Como una madre amante », manos expertas corrigieron el documento para que no sirviera para nada. Y en el último  Motu proprio « Vosotros sois la luz del mundo », Francisco no ha logrado establecer una justicia independiente. El tratamiento de los asuntos de encubrimiento de abusos en la Iglesia se sigue haciendo como en la Edad Media apelando a un arzobispo metropolitano. Los métodos denunciados en 1250 siguen sin estar escritos y en vigor. Los cardenales y obispos, encubridores de los abusos de poder, violación de las conciencias, crimes y delitos sexuales están a salvo de castigos. Todo perfectamente canónico e irreprochable, como la bula de Inocencio  IV en favor de su sobrino Frédéric [17] . Pero inmoral. El abuso del derecho sigue siendo corriente en la Curia y el episcopado para justificar contra todos y contra todo, también contra la evidencia [18] , su forma de actuar y no faltan ejemplos.

La pesadilla de Inocencio IV y la posible victoria de Roberto Grosseteste

Dios protegió a Roberto Grosseteste de las represalias de Inocencio IV. Murió antes de que éste último, muy contrariado, pudiera actuar contra él. En su  Grande Chronique, Matthieu Paris cuenta con realismo los tormentos de conciencia del pontífice : « un día que el Señor papa, irritado por demás quería sacar los huesos del obispo de  Lincoln de la iglesia, y arrojar sobre él la infamia de modo que todos supieran que era un pagano, rebelde y desobediente, ordenó escribir una carta al rey de Inglaterra. » Pero esa noche se le apareció el difunto Roberto y clavándole su báculo episcopal le dijo « Sinibald, miserable papa », « has recibido con orgullo mis advertencias salutíferas », « el Señor no sufriría más que tengas poder sobre mí. » Inocencio IV murió al año siguiente.

Uno de los puntos señalados por Grosseteste no ha sido puesto en práctica, la limitación del poder pastoral de los obispos por la Curia. Sigue actual a pesar de una tímida propuesta de Francisco de una Igleisa sinodal. En el pueblo de Dios esperamos una Iglesia más sinodal. Es evidente que los sucesores de los apóstoles que son los obispos en comunión con el sucesor de Pedro no pueden seguir gobernando la Iglesia a la medieval.  [20]. La revocación de mi función de Juez por el cardenal Barbarin y los otros 11 obispos de la región  Auvergne-Rhône-Alpes ilustra lo que les queda de amor propio y sentido del ridículo.  [21] La opinión pública no se ha equivocado en esto. No sé con qué báculo podré tras mi muerte apuntar donde hace falta; mientras no lamento haber seguido mi conciencia y ser así un aguijón que recuerda su deber a las autoridades. [22] No confundo mi posición con la de  Roberto Grosseteste que fue un santo al que los Papas han apartado a propósito de la canonización. [23]

Pierre Vignon, cura, juez revocado de la oficialidad interdiocesana de Lyon, Saint-Martin-enVercors,  21 de agosto de 2019.

[1] Jn 15,15

[6] Entre orgullo, avaricia, lujuriosos, fornidacores adúlteros, incestuosos.

[7] Otros santos que se atrevieron Antonio Rosmini (1797-1855), autor de Las cinco plagas de la Iglesia libro en el Índice en 1849. Gian-Luigi Nuzzi reveló en el   Vatileaks que su beatificación costó a su orden 750 000 euros. El dinero no apesta ni en la edad media ni hoy en la curia.

[8] Causa, fons et origo hujus est haec Curia

[9] y que seguirá siendo desviado del objetivo cuando los reyes de Francia distribuyan beneficios eclesiásticos a señores que nada tenían que ver con el evangelio.

[10] fornicentur, adulterentur seu quacumque agant enormia et diabolica

[11] Este acto de desobediencia de los santos ha sido convenientemente ocultado por la Iglesia católica. Y sin embargo el mismo espíritu animó durante la 2ª guerra mundial a los fundadores de Esprit et de Témoignage Chrétien. El padre Yves de Montcheuil (1900-1944) definió los límites de la autoridad de los obispos que sólo es legítima si busca el bien común. Un papa o un obispo no pueden refugiarse tras la noción de obediencia impuesta a los fieles de modo arbitrario. Y sin embargo lo hacen a menudo.

[12] Sería un error pensar que este art. quiere favorecer la desobediencia civil en la Iglesia católica. Para ser legítimas, autoridad y obediencia deben respetar el bien común. Cfr puntos 1902, 1903 y 1921 del Catecismo de la Iglesia Católica. Quien obedece a una autoridad que quiere imponerse fuera del bien común se hace cómplice del abuso. Es el asunto de las derivas sectarias en la Iglesia. Con el falso sentido de la obediencia, sin reflexión, se deja campo libre para que los superiores autócratas que nada saben de espiritualidad ni teología. Todo lo contrario a la sabiduría de los santos como vemos en la obra de san Vincent Pallotti (1795-1850) que aconseja no dar cargos de gobierno a personas obsesionadas con el espíritu de dominio. Es un deber moral y cristiano oponerse a tales personas en cargos superiores. (http://oocc.sac.info/oocc/volume_1/2898.html?hl=Dominare%2C%20spirito%20di%20-).

[13] Haec est enim potestatis plenitudo, omnia posse in aedificationem sunt et non in destructionem.

[14] Filialiter et obedienter non obedio, sed contradico et rebello

[15] Es el caso de usar la obediencia para obtener ventajas financieras. Pero hay todo tipo de desviaciones que tienen por objeto realizar una ideología, imponer la espiritualida de un movimiento o recomendar a personajes de dudosa moral como revela el libro de  Frédéric Martel. Por ejemplo en los últimos años del pontificado de JPII y durante la enfermedad del pontífice, dos personas, el cardenal Sodano y su secretario Stanislas Dziwisz, gobernaron la Iglesia a su guisa enalteciendo personajes carentes de cualidades. Estamos pagando hoy los errores de entonces. Por no dejar de mencionar los errores financieros de monseñor Marcinkus que después de manejos con la mafia se justificaba diciendo que no se puede gobernar la Iglesia con Avemarías.

[16] La Conferencia Episcopal de Francia ha creado una célula para las derivas sectarias dentro de la Iglesia pero su acción es limitada dada la protección otorgada por los cardenales a ciertos superiores y fundadoras convictos de malversaciones en ROma. Estos conflictos de autoridad crean situaciones de imposible reforma de la Iglesia. Cortesanos, intrigantes y arrivistas de todo pelo explotan este estado de las cosas para seguir con sus malversaciones en toda impunidad.

[17] Para quien sepa un poco de la historia de los Papas es difícil saber si es un sobrino o un hijo.

[18] Cfr. Jean Cocteau : « Un general no se rinde jamás, ni siquiera a la evidencia ».

[20] El nombramiento del arzobispo de Reims, M^sr Eric de Moulins-Beaufort,  presidente de la Conferencia Episcopal francesa abre una puerta a la esperanza. Por su formación y calidad de su recorrido humano y espiritual, tiene madera para hacerse cargo de la Iglesia de Francia y para iniciativas audaces que pueden evitar la desaparición de la iglesia. Ya no estamos para replegarnos en repetitivas soluciones ensotanadas. Necesitamos obispos visionarios, capaces de hacer abstracción de lo institucional para tomar iniciativas que abran caminos al futuro.(...)

[21] ¿Cómo seguir aceptando que un obispo sea juez y parte en los procedimientos de la Iglesia? Jueces en su causa, la pasión y el resentimiento toman el sitio del Derecho. Como pasó en mi caso con el cardenal  Barbarin y obispos de la región. No era un cura que hubiera cometido delito sino alguen que debía callar por haber hablado demasiado bien sobre el ejercicio arbitrario del poder y había que disuadir a otros de seguir el ejemplo. Se puede aplicar la respuesta de Jesús en la Pasión (Lc 19, 40) : « Si ellos callaran gritarían las piedras ». Además de que me llamo Pedro, piedra, hay que reconocer que las piedras hablan mediante el linchamiento mediático. Así se intenta silenciar la reacción unánime de la opinión pública.

[22] A pesar de las tentativas internas de la Iglesia para colgarme el sambenito de desobediente y "enemigo de la Iglesia", nadie me ha podido quitar de la cabeza la frase de Grosseteste que me parece debería ser más conocida.

[23] Estaría bien que la diócesis de Lincoln se propusiera canonizar a   Roberto Grosseteste, denominado por  Matthieu Paris « hombre de gran humildad ». Le hizo falta para plantar cara al todopoderoso Papa Inocencio IV.