ESPÍRITU MARCIAL Y JURISDICCIONAL

Siguen llegando contribuciones a la línea que abrió Isabel, psiquiatría obra del demonio. Esta aportación tiene mucho en común con lo que podría relatar de mi madre en manos de psi numeraria "mandona".
De las que tuvo altos cargos, dentro y fuera de la family. ¿A santo de qué la nombraron directora de una escuela de como ahora se dice, trabajadores sociales, en la Rioja? cosas del régimen.

Tu madre vale mucho, no hay modo de saberlo. Tu madre acude a reuniones y recibe consignas sobre su comportamiento con los demás. Marido, familia, amigas, vecinas....Todo eso no es intimidad, es social, afecta a todos los que la rodean. Y los que la rodean tienen derecho a saber con quien están tratando. Si es una señora ama de su casa,  parece menor la trascendencia, pero la tiene. Si es una persona con mayores responsabilidades sociales el desconocimiento del extremo "pertenencia", puede infligir daños, como la captación de incautos. O que personas den su confianza a alguien que si supieran está en contacto con od no la dieran....lo que se llama infiltrarse para salir con un beneficio para la organización. Nunca para la persona interesada.

No haría falta publicar listas como la gran cosa, si hubiera transparencia y no se disimulara la pertenencia, como no disimulan compromiso religioso los sufridos curas párrocos, o maristas, o carmelitas, o....cualquier persona integrada en una red social donde en principio todo es para bien. Aunque luego haya fallos humanos. Aquí el disimulo es norma casi tanto como la obediencia. A nadie le interesan las listas de jesuitas, franciscanos, camaldulenses, trapenses, salesianos....se sabe donde están y no te llevas la sorpresa en medio de la conversa.

De hecho yo no disimulaba y cuando  descubrían mi pertenencia no me subía por las paredes ni denunciaba a la gente, era mi condición de vida, nume desde los 16. Imposible esconder una circunstancia que lo condicionaba todo, desde donde vivía, lo que comía, como vestía, lo que estudié, la gente con la que me relacionaba y la que no, mis relaciones con mi verdadera family, las compis de clase que salían corriendo ante mis incipientes intentos apostólicos...¿cómo disimular todo eso? No era una vida cómoda, estaba al servicio de una gran causa de la que no tenía qué avergonzarme.  Vistiendo cual abuela y todo el día rezando si no estaba estudiando o en clase.
 Hay muchas formas de estar en od,  hormiga obrera engañada me tocó. De disimulo nada porque no intentaba engañar a nadie. Yo era la primera engañada.

En fin, esto es como intentar aclarar el aire.

Un tal Alejandro García explica el contexto ideológico fundacional. Da por hecho que fue en 1928:

"Se daba entonces en España un jurisdiccionalismo a secas que frente al Estado liberal, predicaba el desacato, la condena, y soñaba en el golpe salvador que lo pusiera en manos de hombres fieles a la Jerarquía, para desde el Estado, imponerse a la sociedad. Los mantenedores de esta postura se llamaban a si mismos integristas.

Unilateralmente jerárquico, no concedía autonomía a los seglares en los órdenes político y social, teniendo que limitarse a ser ejecutores de la jerarquía.
En lo espiritual, el ideal de los seglares tenía que ser imitar en lo posible a los frailes, la salida eran las Órdenes Tercera, el Oficio Parvo, el Rosario y el fin primario del matrimonio, con continencia en cuaresma.

Junto a la anterior postura que ya se veía como anticuada y corriente en los años 20, aunque iba a perdurar después de la guerra civil, se había abierto paso una corriente nueva que cobró conciencia de sí a partir del Congreso Eucarístico Universal de Madrid, en vísperas de la República era la que daba tono al movimiento seglar español.

La alentaban las Congregaciones Marianas y cuajó en la ACNdP. Era también jurisdiccionalistas, también aspiraba al Estado confesional, pero comprendía que solo se dominaría en precario el aparato estatal si antes no se había conseguido el control de los sectores esenciales de la sociedad civil. Aceptaba además la forma democrática del Estado, pero sólo tácticamente. En el fondo pensaba que dado el arraigo del sentimiento religioso y la organización capilar de la Iglesia española, si se hacía un verdadero esfuerzo de encuadramiento doctrinal y político del pueblo católico se conseguirían sufragios mayoritarios. Por dar importancia a la sociedad civil, insistía en la deontología profesional, apreciaba los aspectos morales de las profesiones y suponía por tanto, un progreso con respecto a la anterior. Para ella, las grandes directrices sobre el orden civil cristiano se hacían en Roma y a los seglares les correspondía asimilarlas y propagarlas.

Por dar gran importancia a la sociedad civil, era conservadora y enemiga de las "Nacionalizaciones" y de todo aumento del poder, del Estado, aspirando a crear un estado paralelo; siempre hablaba del principio de subsidiariedad.

En esta línea está inserto EdB aunque con  matices y aportaciones.

Con todo nada más inaugurarse la República (1931) tiene lugar un acontecimiento en España que supone un verdadero cambio de mentalidad, porque es un germen una superación de la actitud jurisdiccionalista. Nos referimos a las conferencias de Maritain en la Universidad de verano de Santander recogidas en el vol. Humanismo cristiano.

Al centrar Maritain el orden político y social en la dignidad de la persona humana, se abría el nuevo camino que desembocaría 25 años después en el concilio. Pero en  España la guerra civil y el franquismo obligaron a mantener poco menos que clandestinamente esta postura, que se limitó a los escasos seguidores de Maritain.

Espíritu marcial del founder.

Fue un hombre dotado de raros talentos de organizador, hubiera podido ser un excelente caudillo militar o un excepcional empresario, y hasta un jurista lleno de recursos, pero fue nunca un intelectual ni mucho menos un profeta.

(Habría que ver si a parte de su atractivo personal, los que conocieron vis a vis durante años como Fisac suscribirían todas esas dotes. Ganarse a la gente si sabía, lo demás....no me fío de quien no convivió con él largo y tendido.)

EdB fue un jurisdiccionalista eficaz que consiguió llevar hasta sus últimas consecuencias muchas exigencias prácticas de la versión jurisdiccionalista del movimiento seglar. Monse. inspirándose en las Constituciones de la Compañía de Jesús, exigió a los seglares plena obediencia y disponibilidad para el apostolado. Organizó su instituto como un ejército, lo que es perfectamente compatible con la mentalidad jurisdiccionalista, que es una mentalidad de imposición, y por tanto, de lucha.

Su obsesión fue conseguir la unidad de mando, procurando la máxima exención con respecto a la jerarquía ordinaria.

Dio a su instituto una organización rigurosamente piramidal, consiguiendo que la cúspide sepa siempre lo que ocurre en la base, y la base no conozca las deliberaciones de la cúspide, sino tan solo sus órdenes y consignas. Hizo que el mayor esfuerzo del Instituto se consagrase a la dirección omnímoda de los socios, igual que en un ejército se consigue la disciplina gracias a ejercicios permanentes de instrucción...."