UNA BRECHA
Probablemente en nada divergen tanto la vida real y la doctrina eclesial y la práctica como en el tema sexual. Al menos en las sociedades occidentales. Ya sean relaciones antes del matrimonio, uso de preserv. o relaciones entre personas del mismo sexo todo es considerado pecaminoso o contrario a la naturaleza humana en la iglesia católica.
Por ejemplo en el catecismo juvenil "Youcat" de 2010 se dice que la "Iglesia acepta incondicionalmente a las personas con sentimientos homosexuales". Gays y lesbianas no deben ser discriminados. A la vez enseña que toda forma de encuentro sex entre personas del mismo sexo no se ajusta al orden de la creación.
Crece la brecha entre la ciencia y la enseñanza oficial
Además Goertz, teólogo moral en universidad de Mainz, observa una brecha cada día mayor entre la teología como saber científico y el magisterio de la Iglesia. A menudo a la doctrina oficial le falta echar una mirada y confrontación seria con el pensamiento teológico del pasado reciente. "De los creyentes sólo se espera sumisión". Pero los que no dejen que percepciones desviadas entren en sus consideraciones "se alejan cada día más de la realidad".
Incluso muchos obispos alemanes se cuentan entre los que perciben que la Iglesia se arriesga a perder el contacto con la sociedad. En el planeado debate otoñal de los obispos sobre el " camino sinodal" no estaría mal un debate sobre moral sexual. El presidente de la conferencia episcopal, cardenal R. Marx se expresó en estos términos: "somos conscientes de que a menudo nos vemos incapaces de hablar cuando se plantean cuestiones sobre el comportamiento sexual actual." Se discute todo un tejido de debates, ideas, argumentos realizado durante siglos y en el que participaron el apóstol Pablo, San Agustín Padre de la Iglesia y el teólogo medieval Santo Tomás. Los antiguos asociaron con la sexualidad con actitudes negativas como la pérdida del control o el libertinaje, sólo tenía un aspecto positivo excepcional: la procreación de un hijo en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
La sexualidad sigue sujeta a tabúes y prohibiciones
La soberanía ejercida sobre la sexualidad en nombre del orden divino de la creación tuvo, entre otras cosas, 2 consecuencias a largo plazo: estabilizó el orden legal al excluir a los descendientes ilegítimos del derecho de sucesión y dió a la Iglesia un instrumento efectivo de controlo social. El objetivo era lograr condiciones familiares relativamente estables en países de tradición cristiana. Sin embargo con la revolución sexual de los 60, la autorrealización individual pasó a convertirse en el foco de atención y desde entonces la confusión se ha sembrado en este campo y en otros. Muchos católicos alemanes no tienen nada qué hacer con la moral sexual de su Iglesia y la inmensa mayoría lo ignoran todo al respecto. En otras partes del mundo las cosas son diferentes. Por ejemplo cualquiera que pregunte cómo tratar con gays y lesbianas en Africa recibirá la respuesta: "eso no pasa aquí".
La sexualidad sigue siendo un tabú rodeado de prohibiciones y no sólo en Africa. Goertz espera un cambio fundamental en términos de fe y amor. "La pregunta a la enseñanza oficial es si dos personas no pueden amarse de manera humana, libre, auténtica y respetuosa más allá del matrimonio". Peter Neher presidente de Cáritas estima que las cosas tienen que cambiar, estima que la cuestión de cómo se presenta la moral sexual en el futuro "tiene impacto directo sobre la actividad social de Cáritas ya sea en el consejo asesoramiento ante un embarazo o en general en el trabajo con los jóvenes."
Por ejemplo en el catecismo juvenil "Youcat" de 2010 se dice que la "Iglesia acepta incondicionalmente a las personas con sentimientos homosexuales". Gays y lesbianas no deben ser discriminados. A la vez enseña que toda forma de encuentro sex entre personas del mismo sexo no se ajusta al orden de la creación.
Crece la brecha entre la ciencia y la enseñanza oficial
Además Goertz, teólogo moral en universidad de Mainz, observa una brecha cada día mayor entre la teología como saber científico y el magisterio de la Iglesia. A menudo a la doctrina oficial le falta echar una mirada y confrontación seria con el pensamiento teológico del pasado reciente. "De los creyentes sólo se espera sumisión". Pero los que no dejen que percepciones desviadas entren en sus consideraciones "se alejan cada día más de la realidad".
Incluso muchos obispos alemanes se cuentan entre los que perciben que la Iglesia se arriesga a perder el contacto con la sociedad. En el planeado debate otoñal de los obispos sobre el " camino sinodal" no estaría mal un debate sobre moral sexual. El presidente de la conferencia episcopal, cardenal R. Marx se expresó en estos términos: "somos conscientes de que a menudo nos vemos incapaces de hablar cuando se plantean cuestiones sobre el comportamiento sexual actual." Se discute todo un tejido de debates, ideas, argumentos realizado durante siglos y en el que participaron el apóstol Pablo, San Agustín Padre de la Iglesia y el teólogo medieval Santo Tomás. Los antiguos asociaron con la sexualidad con actitudes negativas como la pérdida del control o el libertinaje, sólo tenía un aspecto positivo excepcional: la procreación de un hijo en el matrimonio entre un hombre y una mujer.
La sexualidad sigue sujeta a tabúes y prohibiciones
La soberanía ejercida sobre la sexualidad en nombre del orden divino de la creación tuvo, entre otras cosas, 2 consecuencias a largo plazo: estabilizó el orden legal al excluir a los descendientes ilegítimos del derecho de sucesión y dió a la Iglesia un instrumento efectivo de controlo social. El objetivo era lograr condiciones familiares relativamente estables en países de tradición cristiana. Sin embargo con la revolución sexual de los 60, la autorrealización individual pasó a convertirse en el foco de atención y desde entonces la confusión se ha sembrado en este campo y en otros. Muchos católicos alemanes no tienen nada qué hacer con la moral sexual de su Iglesia y la inmensa mayoría lo ignoran todo al respecto. En otras partes del mundo las cosas son diferentes. Por ejemplo cualquiera que pregunte cómo tratar con gays y lesbianas en Africa recibirá la respuesta: "eso no pasa aquí".
La sexualidad sigue siendo un tabú rodeado de prohibiciones y no sólo en Africa. Goertz espera un cambio fundamental en términos de fe y amor. "La pregunta a la enseñanza oficial es si dos personas no pueden amarse de manera humana, libre, auténtica y respetuosa más allá del matrimonio". Peter Neher presidente de Cáritas estima que las cosas tienen que cambiar, estima que la cuestión de cómo se presenta la moral sexual en el futuro "tiene impacto directo sobre la actividad social de Cáritas ya sea en el consejo asesoramiento ante un embarazo o en general en el trabajo con los jóvenes."
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