APOSTOLADO INTELECTUAL

Tras dos años a palo seco, vuelve la Semana Santa, maldiciones a los globalistas plandemistas y sus lacayos, que nos quitan tradiciones y vivencias populares, al infierno con ellos. Caridad y Salud, la del barrio. 

Ex de diferentes épocas y diferentes nacionalidades cuentan todos la misma historia.

Su compromiso en od se inicia con fe y entusiasmo, creen en la obra y su founder. Hasta el día en que comienzan las dudas. Y de pronto se despierta su espíritu crítico. Abandonan entonces el apostolado al que habían acudido como recomienda Camino 936: "a someterse, a negarse a sí mismo no a imponer el criterio personal". Un apostolado para el que no están hechos. Y cada vez la historia termina igual: tristemente, pues si la salida es signo de libertad conquistada es también tiempo de desilusión.

Alberto Moncada debía a opus su profesión de sociólogo, autor de más de 30 libros, inició su carrera estudiando el "Opus Dei": "fue mi primer caso que me sirvió para iniciarme en sociología".

Moncada identificaba varios períodos en la evolución del movimiento: "en los comienzos años 1930-1940, la obra era esencialmente intelectual, Escrivá reclutaba sobre todo estudiantes universitarios, jóvenes dispuestos a la recristianización de la sociedad española".

Empiece regular: recristianizar lo supercristiano. Pocos pueblos y países en Europa que nos ganaran en aquellos años en este terreno, especialmente tras 1939, cuando lo católico se convirtió en la sustancia cultural y columna vertebral de "la Nueva España".

El período de expansión de los años 50 obligó a modificar la táctica. Hacía falta dinero. Sostén económico. "El hombre de negocios se pone por delante del intelectual en las preferencias, se estableció entonces una especie de mafia opus orbitando en torno a Franco", asegura Alberto Moncada. "En ese momento Rafael Termes que llegaría a ser presidente de la banca española y uno de los iniciadores opus en Francia, afirmó públicamente que el capitalismo había sido entregado por Dios igual que la fe".

A barbaridades tampoco nos gana nadie ¿dónde y cuándo fue capaz de hacer esta afirmación?

Habrá que esperar a los años 60 y 70 para asistir a una verdadera crítica de la Obra que conllevó una ola de salidas: "Más de la mitad de los miembros numerarios dejaron el "opus Dei" en parte porque Escrivá se opuso al Concilio Vaticano II, pero también porque su gusto por el poder se hacía demasiado exagerado", asegura Moncada.

Acusado de franquismo, de solidaridad con el capitalismo, implicado en escándalos financieros, "opus" no está ya en olor de santidad:

"El instituto se atrinchera en una misión educativa, abren diferentes escuelas en el mundo con el objetivo de reclutar más miembros. Y dado que empieza a cazar jóvenes, muy jóvenes, opus se convierte en secta. Hoy, concluye el sociólogo, las preocupaciones principales de od son los colegios y el poder eclesiástico".

Lejos pues de los comienzos marcados por el "intelectualismo".

Apostolado intelectual

Raimon Panikkar, teólogo de fama, hoy a sus 87 años, conoció los principos del opus. Nos habría gustado oír hablar de od pero no respondió a nuestras peticiones de entrevista. Parece que no tiene muchas ganas de hablar de su pertenencia. Solo disponemos del testimonio que dió para el libro de Moncada,  "Historia oral del Opus Dei". Un testimonio que revela un hombre sutil y brillante, un intelectual de evidente finura de espíritu.

Cuando se inicia la guerra civil Panikkar miembro de jóvenes cristianos de Cataluña huye de España ya que su pertenencia a la burguesía católica es un riesgo. El joven con 18 años pasó 3 en Alemania donde estudió física, matemáticas, filosofía y teología. Muy pronto pues se despiertan en él inquietudes intelectuales y religiosas. 

Cuando volvió a España en 1939, estalla la segunda guerra mundial y no puede volver a Alemania. Entonces conoció a Escrivá que le presenta el opus dei como la avanzadilla del apostolado intelectual.

En 1945, Escrivá le propone ser sacerdote, acepta y se traslada a Diego de León, el lugar donde entonces se formaban los curas, sede del gobierno opus en España hoy. Pero el intelectual de alto nivel se ve decepcionado por el barniz clerical de la formación que están bien lejos de la filosofía y la teología que había estudiado. Regresión. 

Cuando confía al director esta preocupación, le responde que no se preocupe por las teorías sino que se concentre en observar las reglas.

Ya estamos.

Después Panikkar eleva a un alto nivel espiritual las tareas que le encargan: la revista Arbor y la colección Patmos de espiritualidad de la editorial Rialp. Nunca se comprometió políticamente y se rebeló contra el fanatismo intelectual de algunos miembros de od...Sin éxito. Según lo que dice Moncada, los otros miembros no lo toman en serio. Raimon les era útil porque tenía pasaporte británico, pero rechazana sus objeciones: "cosas de Raimundo"...

El conflicto sale a la luz cuando Panikkar escribe un prefacio para un libro de Jean Guitton sobre la Virgen María. El cardenal Segura, arzobispo de Sevilla escribió una carta pastoral de 80 hojas en la que condenaba el libro. Esta carta fue una alerta para Escrivá y como prueba de "buena voluntad" envía a Panikker a Roma a estudiar la buena doctrina. Ahí comenzó el alejamiento de España y del apostolado opusino de Panikkar.

Cuando Moncada solicita que dé testimonio para el libro dice que se siene "como pez fuera del agua", pues "si algunos interpretan mi silencio hasta hoy como cobardía, diré que se trata más bien de indiferencia de santa indiferencia hacia la obra".

Hombre tolerante y de discernimiento rechaza los juicios absolutos que "además de no ser verdad impiden la redención, el perdón y el cambio...Criticar a la obra porque es una obra religiosa y se considera la religión como superstición o una institución maléfica es tan poco válido como el silogismo pueril de que la Iglesia es buena, la obra está aprobada por la Iglesia luego la obra es buena".

Por amistad acepta dar su testimonio y reflexiones al sociólogo.

Explica su compromiso en od en estos términos:

"Se entra en la vida por una puerta cualquiera y como sugiere la etimología de puerta "per" que significa franquear, nadie se queda en el quicio de la puerta, hay que pasar hasta las profundidades de la experiencia humana. Todos los hombres tienen que renacer y pasar por una iniciación para llegar a madurez, aunque tengan miedo de caminar y avanzar a lo desconocido. En ese sentido me tomé la obra muy en serio. Consideré mi entrada en ella como una iniciación. Toda iniciación es un punto de partida, una puerta y no un fin".

La institución respondía a sus expectativas: "Afirmaba ser un espacio en el que se podía vivir la plenitud humana, un ambiente en el que las potencialidades de la persona no se perdían y eran canalizadas y dirigidas a la edificación del llamado Reino de Dios y de su Justicia".

En aquellos tiempos no se trataba de vivir todos juntos. Se alquilaba un piso para reunirse pero nadie dormía en él. En los primeros tiempos cada cual estaba en su casa. Empezó por ser un grupo pequeño más o menos carismático con un ideal evangélico muy puro y elemental". Y precisa Panikker: "Poco a poco debido a las circunstancias por un lado y por otro debido a lo que subyacía en el espíritu del founder, el pequeño grupo se transformó en juez absoluto de moralidad de toda actividad personal o colectiva".

"Veía lo que pasaba y sufría por ello. Escribí varias cartas al padre, cartas que no conservé por desgracia. Me contestaban siempre de palabra, diciéndome que el espíritu seguía siendo el mismo".

 

Raimon Panikkar (1918-2010) , cura opus 1945-1966

Cuando llega el primer ataque público de un eclesiástico al opus, recurrieron a Panikkar para la réplica. Intentó contestar a Urs von Balthasar que preguntaba sobre la espiritualidad opusina y lo hizo sobre bases teológicas: 

"Mi larga carta no gustó al opus que me dictó prácticamente una respuesta belicosa que no entraba en el tema". Al final no será Panikkar quien responda al famoso teólogo suizo. Panikkar dejó opus en 1966.