LOS SIN NOMBRE

 Es cierto que al contrario que en otras muchas instituciones, od no habla de ni "opusianos" ni de "opusdeistas" para denominar a sus miembros.

Hubo un hilo sobre la forma apropiada de llamarlos, pero no la encuentro, a tenor de Jesuitas por Compañía de Jesús, Dominicos por Sto Domingo, Agustinos por San Agustín....etc.

Se puede entender que no se llamen "escrivarianos", seguidores de Escrivá, como una forma de cada cual conserve su libertad, lo que od defiende con uñas y dientes, afirmando que por ello la institución no es responsable de los actos de sus miembros. Pero se puede interpretar de otro modo.

No querer nombrar a un grupo, pretender que no haya una terminología particular, es lo mismo que evitar que dicho grupo sea identificable. No sólo para los de fuera, que no lo sea tampoco para los de dentro. De alguna manera es rechazar que el grupo tenga un "espíritu" común, cada uno se refiere a sí mismo. Y en consecuencia no tener nombre común separa a los miembros unos de otros.

Si además se hacen categorías, más separación. Origen de las palabras de las diversas categorías de miembros. Con el añadido de la traducción escrivariana de costumbres conventuales.

El aislamiento de los miembros es todavía mayor por la discreción que od no quiere llamar secreto. Pero ¿cómo llamar al hecho de que los miembros más antiguos no pudieran tener en sus manos las constituciones? así por ejemplo Vladimir Felzmann, estuvo 23 años y nunca las vió. ¿Cómo explicar que ciertas notas y documentos que llegan de Roma solo puedan leerlo determinados miembros considerados "de fiar"? la revista Crónica se dirige a los miembros y se guarda bajo llave en los centros. ¿Cómo interpretar que od no dé cifras sobre entradas y salidas? no tener cifras deja la posibilidad de que haya quien diga con toda tranquilidad que "od es la única institución católica en la que no hay tensiones internas ni oleadas de defecciones"  (J. J. Thierry, OD mito y realidad)

Pero alguien sabe de este gusto opus por la discreción, Peter Hertel. En su libro de 2002 "OD, los caminos de la gloria" editado por Golias, el teólogo y periodista católico alemán revela una parte de los reglamentos secretos, se apoya en ciertos documentos que ha podido obtener "De spiritu", "Reglas para las Administraciones". Teníamos que entrevistarlo como fuera.

Peter Hertel

Vive cerca de Hannover. Nos encontramos en la plaza de la iglesia. Llega al volante de un coche antiguo, pelo revuelto, mirada segura. Nos conduce a su casa, difícil de encontrar. Su despacho desbordante de ficheros y dossieres casa con la pinta de sabio a la Einstein que gasta. 

Peter Hertel ha investigado sobre od desde hace más de 30 años. Ya son 50. Estima que la "orden" plantea cuestiones al cristiano.

Por su intransigencia y su firmeza, od se situa entre los que desconfian de la modernidad. Ofrece una tentadora solucion para quienes quieren una Iglesia fuerte, eficaz, estilo milicia de Dios, como Escriva gustaba denominarla. Un "batallón de combate en la Iglesia" para Hertel,  a diferencia de los integristas de Lefebvre que se enfrentaron a Roma, Opus se ha quedado dentro de la institución.

Hertel como teólogo y católico se pregunta sobre "las pretensiones espirituales del od que se dice en posesión de la verdad inmutable y que quiere anunciarla sin cambiarla desde la época de su fundador...Puede ser muy atractivo para muchos contemporáneos porque se les promete una especie de solidez espiritual y una visión del mundo secularizante pero al precio de una intransigencia dogmática y de la firmeza institucional y a cambio del desecamiento de los individuos".

Ya vimos que la "solidez espiritual" ofrecida por od pasa por la vigilancia y dirección estricto de hechos y gestos de cada cual. Todo está reglamentado pero, gran paradoja, todo lo que está escrito o casi todo, es secreto.

En 1990 cuando Peter Hertel logra hacerse con varios escritos internos y hace uso de los mismos, se topó con diversas dificultades: 

"La organización me presionó jurídicamente. Por otro lado el terreno preferido del od para defenderse de sus detractores". 

Nos cuenta que en 1991 cuando hizo una aportación al libro del teólogo y profesor alemán Wolfgang Beiner Katholischer, Fundamentalismus , Heretische Gruppen in der Kirche? , od intento impedir la publicacion por el motivo de que Hertel hacía afirmaciones "falsas y denigrantes".

El periodista no se quedo de brazos cruzados: "Saqué y presenté como prueba justificativa un texto español procedente del Vademecum de consejos locales, texto secreto del od. El libro pudo publicarse en la fecha prevista".

¿Qué encontró el periodista alemán? que todo, absolutamente todo en sus mínimos detalles es objeto de escritos secretos...que dirigen estrictamente y rigurosamente los comportamientos. Algunos ejemplos sorprendentes:

-Sobre correspondencia: los numerarios no escriben cartas a otros miembros de la prelatura o a familiares para contarles las tertulias con el Padre, corren el riesgo por haber oído mal o por sacar las palabras del contexto en que se dijeron  de atribuir al Padre cosas que no dijo. Por esta razón es aconsejable no escribir cartas excesivamente largas y no entrar en detalles que en su momento, aparecerán para todos en Crónica (...). Por esta razón conviene que los directores relean siempre las cartas para cuidar de que no sean un diario detallado que por otra parte no llevaría a nada más que a contar inexactitudes sin interés para el lector.

-Sobre el proselitismo: cada uno intenta tratar al menos a 12 ó 15 amigos, y de modo más intenso con al menos 5. La obligación de transmitir la doctrina y hacer proselitismo es parte esencial de la vocación (...) Para mantener viva esta preocupación por las almas, cada cual hablará en la charla fraterna de su encargo apostólico y más especialmente del trato con sus amigos".

-Sobre un discreto apoyo financiero: "para ayudar al sostenimiento de las labores apostólicas si es necesario se constituirá una fundación, con o sin personalidad jurídica propia, que mediante donaciones cubra el posible déficit". Y también: "los numerarios y agregados que ejercen actividades profesionales que comportan inversiones, se esfuerzan especialmente por vivir plena y totalmente, el desprendimiento de los bienes de la tierra además de la agradable obligación de destinar, con plena libertad, todos sus ingresos profesionales a los apostolados de la Obra después de haber cubierto sus gastos personales".

De paso admiramos la expresión: "de una agradable obligación con toda libertad..."

COn la publicación de sus escritos Peter Hertel ha echado abajo el culto del secreto tan venerado por el founder. En efecto, desde sus orígenes y sobre todo desde que empezó a estructurarse, la Obra exige discreción. En 1941 cuando obtuvo su primer reconocimiento jurídico, el propio arzobispo de Madrid, mons. Eijo y Garay conviene con la necesidad del secreto. En el texto en el que aprueba la Pía Unión dice:

"considerando la discreta reserva necesaria para la eficacia  de la obra, decidimos que un ejemplar de sus reglamentos, régimen, orden, costumbres, espíritu y ceremonial se conserve en nuestro archivo secreto". (Giancarlo Rocca en su libro de 1985)

Cada vez que se publica un escrito interno, ya sean constituciones u otros, nunca es iniciativa de los miembros......

Por eso es difícil medir el poder real del opus. Algunos le prestan una desmesurada influencia mientras que otros la subestiman. ¿Está la verdad en medio? En cualquier caso el culto del secreto es para el movimiento un arma de la que se sirven en su conquista de las élites y en su accion de lobby en las instituciones.