MACHISMO HISPÁNICO
Carmen Díez de Rivera, una ilustre desconocida con una historia
que contar, moría de cáncer en 1999 con sólo 57 años. La circunstancia de su
nacimiento en 1942 le costó el puesto al gran Ramón Serrano Súñer, mano derecha
de Franco, pro nazi y cuñado del generalísimo. Muñidor de la entrevista entre
el dictador español y el dictador alemán en Hendaya. Todo un personaje del régimen.
Ejemplares de cabra hispánica |
Carmen había nacido el 29 de agosto y en menos de una semana
Franco despachó a Serrano Súñer. ¿Qué había pasado? Que dña Carmen Polo, la “señora”
o dña Collares se había enterado de que Serrano Súñer, a la sazón casado con su
hermana Zita, era el padre de la criatura. Es decir que SS le ponía los cuernos
a su querida hermana y hasta ahí podíamos llegar. Defenestrado. RSS no
escarmentó jamás y las malas y buenas lenguas no paran de contar sus conquistas
hasta la ancianidad. De su hija no sé si acordó tanto, ella de él me parece que
un poco más.
Ramón Serrano Suñer todo un tipazo y un partidazo en la Zaragoza de su juventud
donde las mozas lo apodaron Jamón Serrano, unos ojos y un porte que heredó su
hija Carmen Díez de Rivera. Lo curioso es que a pesar del evidente parecido y a
pesar de que las familias Díez de Rivera y SS eran amigas, fue criada en la
ignorancia de quien era su verdadero progenitor. Ambas familias veraneaban en
San Sebastián, siguiendo las costumbres de la monarquía, después de verse todo
el invierno en Madrid.
Era la
España en blanco y negro de la posguerra. El blanco de la
aristocracia a la que pertenecía Carmen por nacimiento, les ponían unos
trajecitos blanco nuclear para ir al Retiro y no les dejaban jugar con la
arena. Ellos, los ricos, los “vencedores”, los militares del régimen. Las mamás
vestían en los mejores modistos. La madre de Carmen, Sonsoles de Icaza se hizo célebre
como musa de Balenciaga. Andando el tiempo su hija Carmen sería musa de la
transición, así bautizada por el escritor Umbral.
Ramón Serrano Súñez, Carmen Díez de Rivera, Sonsoles de Icaza |
Y el negro de España todos los demás, la miseria negra del
pueblo masacrado, humillado, perseguido, encarcelado, pisoteado y triturado por
la policía franquista de los años 40. Muertos de hambre, de piojos o del
fusilamiento y tiro de gracia al amanecer que retumbaba terrible en los oídos
de las presas y presos, aterrorizando asi empezó y siguió todo lo que pudo el
mentor de la actual monarquía. No lo diremos suficientemente. Por supuesto que
si la presa estaba embarazada primero daba a luz, no iban a cometer aborto
condenado por la iglesia, y luego el tiro. Toda la fuerza represiva del Estado
a fondo contra los que nada tenían. He visto “La voz dormida”, hay película y libro, y es un trance. María Dueñas se
documentó para escribir la novela.
Pero sigamos con Carmen DdR.
Estaba en que la musa de Balenciaga dejó en la ignorancia a
su hija sobre su verdadero padre. Y un buen día, tras infancia y adolescencia
de amigos, Carmen anuncia que pedirá la partida de bautismo para casarse con
fulano, un hijo de RSS.
La madre, ocupadísima Cruella de Ville en otros interesantes
menesteres le pasó la tostada a su hermana y escritora y a un fraile amigo de
la familia. Un 28 de diciembre Carmen se enteró de golpe y porrazo que su novio
y amado de la adolescencia era en verdad su hermano. El golpe fue mortal y la
chica se quiso morir.
Otra damnificada de la España católica y franquista y bien pensante y “bien
quedante”, me hubiera encantado saludarla. Ese 28 de diciembre se le quedó
grabado a fuego, no se le olvidara en la vida.
Tuvo que hacer curas de sueño, pensó en el suicidio. Intentó
hacerse carmelita descalza, pero no tenía vocación. Al fin se le ocurrió irse a
Africa, quizás atraparía alguna bacteria o infección que la quitaran de en
medio. Estuvo tres años con unas monjas francesas y volvió sana y salva. El
descubrimiento de otros países, del sufrimiento y las condiciones de vida le
ayudó a formar una conciencia social que en la España franquista del
barrio de Salamanca era imposible.
Pasó por París, el descubrimiento de sus calles, gentes, de
su color, la atmósfera de un país libre frente a la España en blanco y negro le hizo llorar. Otra afrancesada de
por vida que se hubiera cambiado de nacionalidad. En su juventud cuando una
chica comentaba un cuadro de Goya o demostraba criterio en algo la respuesta
era: “esta no se casará, es demasiado inteligente.”
Carmen tuvo la inmensa suerte de muy joven salir y conocer
en persona a Sartre, entonces en la cima de su carrera. Vió otro mundo. O el
mundo, porque lo de aquí no era normal.
El macho hispánico y el machismo consiguiente es otro
descubrimiento en esta biografía. No se libró del zorra, puta, roja en cuanto
empezó a despuntar y brillaron sus cualidades politicas. Ya en formato nota anónima
ya de viva voz, los ejemplares del macho se hicieron notar. La pusieron de
todos los colores, en especial en la prensa de “extrema” que como sabemos campó
a sus anchas en los tiempos que siguieron a la muerte del dictador. El Alcázar
y demás, no sé si en manos de los “santificadores” entonces.
En resumen: la salida de España la aireó, le hizo cambiar,
regresó en 1967 habiendo adquirido conciencia social y mentalidad de
izquierdas. Ella, la niña de Serrano. Se matriculó en la universidad, en
filosofía y letras y en políticas. Corrió delante de los grises y recibió
palos, eran los tiempos de la revuelta estudiantil. Su madre la echó de casa, (la
madre, musa de Balenciaga, pero destructora de sus seres queridos…) Le prestaron un
piso y se fue a buscar trabajo. Estas circunstancias no le impedían visitar Zarzuela y formar parte de
las amistades del futuro rey, me parece que fue allí donde le aconsejaron dar
el siguiente paso que sería decisivo
En esa tesitura
conoció a Adolfo Suárez, a la sazón director de Televisión española (1969). Él
un “aldeano” de Avila con zapatos de rejilla pero muy simpático, y ella la
aristócrata pidiendo trabajo y diciéndole que todo en aquel despacho era
fascista. Se lo pensó bastante y como había que comer entró a formar parte del equipo
del abulense.
A la muerte de Herrero Tejedor, su valedor por Opus y por
Falange, Suárez se vió un tiempo en el aire. Carmen también estuvo haciendo mini
Jobs para sobrevivir. Pero era amiga de Juan Carlos y una vez
que el Borbón accedió a “calzarse la corona” Carmen le insistía para que echara a Arias Navarro. Juan
Carlos no se atrevía por miedo al ejército.
Juan Carlos y Suárez se habían criado en el franquismo. Juan
Carlos directamente a los pechos del dictador. A ambos los había “acunado” el “Opus
Dei”. A Juan Carlos en forma de profesores, ayos (Armada), capellanes y
Laureanos varios. Para Suárez ser supernume con Herrero Tejedor fue una
escalera social, que se usa y se tira. Ese es el “Opus Dei” que gusta, así sí,
no con cilicios y vocaciones desde la eternidad en la que no cree nadie.
Cuando el rey llamó a Suárez en julio del 76 para presidir
el gobierno en sustitución de Arias Navarro, Carnicerito de Málaga, “Carmen
estaba allí”, pero supo desaparecer para evitar comentarios. Que los hubo de
todos modos.
Llegó el equipo de Suárez a Castellana 3, entonces
Presidencia hoy Hacienda. Retengo que los antiguos ocupantes no habían
santificado el trabajo a pesar de ir a misa diaria. Carmen DdR dice que aquello
tenía pinta de opereta de barrio, que sólo se fotocopiaba por las mañanas, que
los bedeles eran muy franquistas, entrenados en el espionaje y la delación,
supongo. No juró el cargo de portavoz del presidente para no jurar los
Principios del Movimiento que ¡en 1976! seguían vigentes.
Carmen DdR tenia la amistad del rey y la confianza de
Suárez, contactos, idiomas, y una idea muy clara, España tenía que ser un país
libre y sin corrupción. Desde el primer momento presentía que no iba a durar. “Tú
a mí no me conoces” le dijo a Suárez.
El comentario de un periodista entonces directivo del País y
hoy académico sobre ella: “atractiva, resultona pero poco sexual, con claro
rechazo hacia el género masculino.” Hemos nacido para caer a vuestros pies y la
que no lo hace es una rara.
La revista Blanco y Negro se inventó una entrevista con ella
a partir de una conversación telefónica en la que hablaba distendidamente sobre
lo mal que le caía Pinochet. Así empezó su fama de "roja maldita" y empieza el mosqueo de Suárez
con ella. Carmen se queja de que se celebraban muchas comidas y cenas, pero que
no servían para resolver. Ella organizó una para despejar dudas sobre su jefe a
los periodistas extranjeros. Para los Areilzas y Fragas que se sentían llamados
a muy altas tareas Suárez era un mindundi. Y para los demás un enigma.
Carmen conversó de manera informal con Carrillo en una reunión
de sociedad antes de que lo hiciera Suárez. Adolfo le daba largas a Santiago, y
Carmen insistía en que tenía que entrevistarse con él además de legalizar el Partido
Comunista. La legalización advino el sábado santo de 1977, el rey de viaje en el extranjero. Suárez ha pasado a la historia como la persona audaz que
tendió la mano a los comunistas, pero en realidad se resistió y la que lo tuvo
siempre claro y presionó fue Carmen Díez de Rivera.
No le gustó a nuestra protagonista que Suárez fundara un
partido para ganar las elecciones desde
el poder (UCD). Habían llegado a “desmontar” el franquismo y marchar. Tras el “Sábado
Santo rojo” Suárez evitaba a Carmen hasta que la echó dándole distinciones de
consolación que ella rechazó.
Fueron tantos los insultos recibidos, ya he dicho lo de
zorra roja o roja zorra, que Onega, el personaje que haría de speechwriter de Suárez, hubo de redactar
nota aclaratoria para insertar en todos los periódicos defendiendo la
honorabilidad de su predecesora.
Cuando salió de Presidencia acabó la licenciatura en Políticas
(1978)
Se apuntó al partido de Tierno Galván. También fue logro
suyo, no de Suárez, que el rey recibiera en audiencia a este “miembro de la
oposición” fundador del Partido Socialista Popular. Participó en la campaña por el Estatuto de Andalucía. Más tarde
estuvo en el CDS de Adolfo, aunque dijo adiós cuando el partido se inscribió en
la internacional liberal.
En 1989 Felipe González la puso en las
listas al Parlamento europeo. Realizó una gran labor por el medio ambiente
pisando callos también en el partido. Y es que los partidos, nos dice, son una
máquina totalitaria de poder, algo así como el Opus “obedecer o marcharse”. En
ese plan sólo una Celia Villalobos puede llegar a ministra y seguir y seguir y
seguir. Por nombrar un personaje surrealista de la política española. Hay mil
como ella, pero esta se lleva la palma.
Se queja Carmen Díez de Rivera de que al desarrollo económico
e institucional de España, se desmontó el aparato franquista, no acompañó
el desarrollo cultural del pueblo.
La libertad se
conquista o no hay tal. Y en esas seguimos.
Comentarios
que el verdadero enemigo de Espana era la inquisición
contemporánea, por todas partes metida y manejando.
El miedo al partido comunista era propaganda del régimen
franquista que le venía bien para legitimarse
y a tono con la política de bloques de la guerra fría,
estábamos en el bloque de los buenos, con los norteamericanos
frente a los rusos anticristianos y revolucionarios.
La Llanzol era hermana de la escritora y la escritora era abuela de IMdVigo. Carmen y MdVigo fueron europarlamentarios al mismo tiempo, ella por el PSOE, él por el PP, tía y sobrino.
Vigo odia a Romero, la autora de ese libro y ex pareja de su mejor amigo periodista Pérez Maura. Se hartó de decir que era una traidora que había engañado a Carmen.
Y tenía la obsesión de que todo el mundo había leído ese libro que le habría gustado quemar antes de que nadie le pudiera echar el ojo. Pretendía que nadie hablara con Carmen, que nadie conociera su historia, que no tuviera altavoces donde contarla ni donde hacer su crítica social.
Y se ve desde entonces está trepar como sea en el ADN de esa familia, porque la madre de Llanzol la empujó a casarse con un hombre que podía ser su padre simplemente para tener un título y salir de la situación en que estaban.
Y ese hombre que podía haber sido su abuelo fue el único padre que conoció Carmen, al que adoró siempre porque con ella siempre fue bondadoso, cariñoso protector, pese a todo. Carmen no tuvo madre pero sí padre. Hizo frente a toda una sociedad que no entendía que se hiciera cargo del fruto de la infidelidad y siguió queriendo a esa niña como si fuera su verdadera hija.
Y la energía desperdiciada de Carmen en tantas causas que no eran sino engaños nos muestra la energía que hemos desperdiciado todos cayendo en tantas trampas de los mismos. Porque el descontento, la crítica justificadas de Carmen le llevaron a caer en ratoneras iguales que aquella de la que escapaba.
Así consiguen que toda nuestra fuerza, nuestra energía, nuestra lucha, se vuelvan contra nosotros porque siempre la canalizamos en sus trampas preconcebidas.
La liberación tiene que ocurrir sin líderes, desde abajo, desde pequeñas comunidades autosuficientes que se van uniendo.
Ningún líder será verdadero nunca.