EL AMIGO DE RATZINGER

 Impensables estos reproches ni con el polaco ni con el alemán, ni en sueños cosa parecida. Qué falta de todo, así que los poderes se revuelven ante "la apertura" que interpretan como debilidad y por lo tanto acusan a Francisco de herejía.
Y es que como todo el mundo sabe para eso vino Jesús, para excluir divorciados, homosexuales o miembros de otras religiones. Los defensores de la institución se revuelven por una simple rendija que se ha abierto en el bunker. Conscientes de que no les van a cortar la cabeza como a otros en el pasado. Particularmente interesante sería releer si palabras de acercamiento a musulmanes, asunto del que se quejan "sólo hay un camino de salvación", no se hallaron en la catequesis de Juan Pablo II. ¿Todavía discutiendo los "caminos de salvación"?

Firmantes que ya se hicieron notar por su "conservadurismo" en sus respectivos lugares de acción, como T. Ladner de Innsbruck, Hubert Windisch de Friburgo,
el jesuita Bromey de la editorial norteamericana Ignatius Press no está tan seguro de que las palabras aducidas por la Inquisición y que le reprochan al papa sean merecedoras de la acusación de herejía.

Las espadas en alto, cuestión de poder eclesial que ven peligrar. No se cortan: las 7 herejías podrían ser causa de destronar al Papa y bastaría con mayoría simple de obispos para hacerlo.

Y luego dicen que no hay demonio: más de uno.

 Por otra parte otros que no son estos teólogos arrojados, acusan a un diplomático vaticano hoy retirado en Eichstätt, persona de confianza de Benedicto con cargos vaticanos entre 2001 y 2008, de haber acosado sex a un cura a él subordinado.  Hay una carta del cura en la que hace las acusaciones, los hechos tuvieron lugar en Roma y en el Vaticano se supo e incluso hay informes médicos al respecto.
El diplomático a través de su abogado alega "calumnia malintencionada".
Dicho personaje objeto de acusación habría organizado la JMJ en Colonia de 2005 y el viaje papal a Baviera en 2006.
El Vaticano no se pronunció.
Entre tanto el Papa emérito publicó sus reflexiones conocidas sobre el escándalo de los abusos.

causando revuelo.

Según Bild, publicación en la que ha salido esta acusación, en la diócesis de Eichstätt hubo indicios en  2012 de acoso sexual del mismo diplomático contra adultos. Las investigaciones llevadas a cabo no los han confirmado, así habló el portavoz del obispo Martin Swientek. "Tanto la conversación con la persona afectada como con los responsables del servicio diplomático no revelaron indicios que dieran pie a acción de la diócesis siguiendo las directrices establecidas." Después la diócesis de Eichstätt ha hecho saber que ha remitido al Fiscal las acusaciones contra el diplomático.

 

 

 

Por su parte Hans Zollner el experto nombrado por el Vaticano para gestionar la crisis de los abusos asegura que la Iglesia debe establecer cuáles van a ser las sanciones para obispos y superiores religiosos que no cumplan con sus responsabilidades si hay sospecha de abuso y no actúan en consecuencia.

 

 Reconoció que hay que hablar claro y que debido a este asunto la Iglesia se haya en plena crisis. También que en Alemania la Iglesia católica es la única institución que ha establecido un modelo consistente de prevención y que lo está llevando a cabo. "Hacemos mucho más de lo que se ve" pero predomina la noticia de los escándalos y la impresión de que no se hace nada.

Zollner, teólogo y psicólogo, exigió más transparencia y reconoció que los procesos vaticanos por abuso son excesivamente largos. Hacen falta nuevas leyes, otras personas que no sean del sistema deben controlar lo que pasa. Y también es precisa mayor atención a los afectados y sus demandas. 
Zollner fue uno de los organizadores de la cumbre para prevenir los abusos que hubo en febrero en Roma. Hizo un balance positivo de la misma, pues todos los participantes regresaron a sus países conscientes de que tienen tarea por delante cada uno en su área. Han empezado ya la revisión de las pautas de conducta en escuelas y hospitales católicos, además de proporcionar formación al respecto a todos los empleados de esas instituciones, desde el educador hasta el sacerdote y el estudiante de teología. Zollner se refirió a la tolerancia cero predicada por el papa en estos casos.