PERDONES

Reflexión sobre el "perdón" con el que todo se arregla. Bálsamo de Fierabrás que te ofrecen, pero no la persona o personas responsables del maltrato, sino otros"" no directamente implicados contigo. Un perdón sin arrepentimiento, puesto que se quedan ahí a seguir con la "depredación espiritual". Tú "tienes que perdonar los fallos", como si fueran fallos y no politica sistemática y prevista en las comunidades que se parecen a la nuestra y que han proliferado visto el éxito de la hermana mayor de todas las "desviaciones".
El primer perdón nunca mencionado por el clero y es lógico, es el perdón a uno mismo. Pues el juicio frente a los crímenes padecidos es inmediato. Y forma parte del trauma. Culpabilidad reforzada a menudo por el agresor que añade ese peso intentando así hundir a su víctima en el silencio y la vergüenza.

La primera persona que ha de autoperdonarse es la víctima (de abusos sex o esp.o ambos). Aceptar que no pudo defenderse en el momento de las agresiones, intentar comprender cómo pudo ser el mangoneo, por qué, cómo la educación familiar, escolar, religiosa preparó y acentuó la sumisión. Comprender cómo se pude salir de ahí para reencontrar integridad y dignidad. Obtener la reconciliacion consigo mismo es tarea larga y necesita un "viaje interior", meses, años, trabajo terapéutico si puede ser.

Toda persona víctima de violación, abuso sexual y otros tipos de abusos de poder debería saberlo. Pero nunca se dice, lamentable. La firmante de este escrito víctima de incesto hubo de esperar a los 40 y pasar por terapia de Jung para comprender y superar.

¿Por qué el pardón de si mismo no se practica en el catolicismo? porque saca a la persona de la culpabilidad. Le da capacidad para comportarse como sujeto y no como objeto. Mientras que el perdón al otro obliga al individuo a cargar con el propio sufrimiento y lo mantiene en la culpabilidad y por tanto en la sumisión.

A menudo el perdón se relaciona con Jesús, Jesús no perdona, pide a su Padre que perdone. No es lo mismo, en la cruz Jesús no puede perdonar a sus verdugos y pide su Padre que lo haga en su lugar. Deja a Dios la opción final de perdonar o no. Ese perdón pertenece pues a Dios y no a la  víctima.
La víctima puede rezar para que Dios perdone al agresor, pero Dios decidirá. La víctima lo deja a Dios. Rompe la dependencia del agresor poniéndolo frente al juicio divino y a su conciencia. No absuelve al agresor de su responsabilidad.

Y sin embargo es lo que nos han hecho creer desde el clero. Es lógico porque cuando los crímenes son cometidos por una autoridad clerical, social, política o familiar, es importante que las víctimas sigan sometidas a las autoridades abusadoras.   Que nunca se subleven, que no pidan cuentas ni justicia. Que se calle y se contenten con cerrar la boca apretando los dientes. Es el acompañamiento inseparable del modo de ver clerical que se pretende sagrado y por tanto autoridad suprema divna frente a creyentes siempre inferiores.  Nos situamos en una relación jerárquica que plantea en el fondo resignación frente a toda forma de autoridad. Así educadas desde la infancia es complicado plantar cara.

Todo esto va más allá de la dimensión religiosa. Hay que llegar al extremo de la miseria, del dolor y del traumatismo para poder reponerse y rebelarse en un salto de cólera, que nos lleve a transgredir la educación basada en sucesivas sumisiones.

Comenzar a tomar conciencia puede culpabilizar a la persona, hace falta tiempo, antes de iniciar  acción judicial y terapéutica (porque hace falta tiempo para todos estos jaleos psi es por lo que del cole pijo bilbaíno tiene pinta de euro de madera) .

Por eso pasan muchos años antes de que las víctimas de crímenes sexuales se atrevan a denunciar en lo penal a sus agresores. No sólo es complicado física, psicológica, afectiva, sexualmente reequilibrarse tras la agresión, todavía lo es más transgredir el orden establecido que consiste en "nací para someterme, olvidar, perdonar".

Dios no es un sádico que nos pida perdonar y que sigan.Él se encarga, pero la víctima tiene que perdonarse a sí misma. Así actuará como sujeto y pensar que puede obtener justicia, terapia, dignidad, respeto, consideración, protección, escucha. Largo camino.



Ozon es un director de cine especialista del exceso, también en esta última película. El aspecto positivo de su trabajo es que cuestiona de frente lo que puede pasar dentro y fuera de la persona, ambigüedades incluidas. Ahonda en lo más profundo y oculto. Como en Camino, hay que haber superado para poder ver sin atragantarse cuando se han vivido experiencias. Ex numes hay incapaces de enfrentarse al visionado de Camino.






La Iglesia debería echar a los curas abusadores, criminales. Pero también que critique la política iniciada con Pablo VI consistente en prohibir la institución preconizada por Gerald Fitzgerald fundador de los Siervo del Paráclito, para internamiento de curas pedófilos. Tendría que explicar que desde la alta edad media se reclutaban niños en congregaciones y seminarios puestos bajo la autoridad del clero y a disposición, autoridad sagrada que para someter definitivamente y al no tener vida sexual en un marco clerical, han podido agredir so capa de amor divino, educación escolar y religiosa. Mientras todo esto no se reconozca y confiese por parte del clero y conjunto de creyentes no se avanzará. Seguiremos jugando al gato y al ratón, seguiremos en la hipocresía, las falsas apariencias y el engaño. Aquí no ha pasado nada.

Temo que jamás la institución dará ese paso si no es algunas excepciones muy señaladas. Toda institución no está para evolucionar sino para perpetuar sus dogmas. Y la de la que nos ocupa tiene como dogma la sumisión a una autoridad definida indiscutible, el clero. Cuestionarlo no está en el programa.

Algunos han osado decirlo así y se han arriesgado a la expulsión como le pasó a  Eugen Drewermann, pero pienso que el grueso institucional  rechaza volver sobre el asunto. Significaría el hundimiento y la destrucción de hecho de la institución.
La institución como funciona no podrá más que autodestruirse por la perpetuación de sus crímenes.
Los creyentes habrán construido sobre otras bases más conformes al mensaje de Jesús, fuera de las jerarquías. la Iglesia seguirá pero no bajo la forma de imperio.

Desde hace 10 años y revelación tras revelación de crímenes clericales graves parecen indicar ese camino, explosiones antes de que arranque el cohete que se ha de poner en órbita.
 Triste que haya hecho falta tanta víctima antes de una respuesta de dignidad.

(traducido libremente del texto original de Françoise)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…

https://www.moncloa.com/rafa-rubio-guru-casado/
María ha dicho que…
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