RECONOCIMIENTO DE CULPAS

Hay obispos originales, como el de Eichstatt que reconoce compartir culpa en los casos de abusos. Lo hacen en un artículo del número de mayo de "Herder Korrespondenz. 
Relevante que en el mismo artículo junte todo el pack: abusos, dinero de la Iglesia, presencia de la mujer.



 La reacción de la Iglesia a dichos casos es una prueba de que la institución sufre de una fijación consigo misma. Hubo una falta de conciencia de lo devastador que podía ser una falsa relación con los culpables. "No estoy juzgando a otros me incluyo a mí mismo", afirma el obispo. El encubrimiento de estos delitos tiene su causa en "un círculo cerrado" en el que no tiene cabida la autocrítica y "el abusador hundio una vida en la miseria. ¿Nos dimos cuenta de ello como obispos que somos? No, dominó un círculo cerrado de pensamiento que consistió en dar una palmada en la espalda: "chico has pecado, pero hay que levantarse" en este círculo la víctima no aparece.
 




El obispo se pronunció así mismo sobre el escándalo financiero en su diócesis.
Dicho evento le llevó a una reflexión de fondo: "Un desastre de tal calibre no cae del cielo. No depende completamente de una o dos personas malas, sino que precisa de un suelo sobre el que poder crecer. El escándalo me ha sacudido  y llevado a pensar que nos limitamos a razonar dentro de un sistema cerrado." 

 
A principios de febrero de 2018 la diócesis reveló que había sido objeto de un escándalo dinerario en el que podía haber perdido hasta 50 millones de euros. Responsables un ex director de finanzas diocesano y un socio en EEUU. Entre 2014 y 2016 ambos obtuvieron préstamos no garantizados para proyectos inmobiliarios en EEUU, la mayor parte de los cuales están siendo rembolsados. Ambos sospechosos fueron denunciados en julio de 2017 por el obispo y en 2018 estuvieron bajo custodia. Se les acusa de deslealtad, corrupción y soborno. Hace unas semanas un bufete de abogados contratado por la diócesis también asignó al capítulo de la catedral de Echstatt una parte importante de responsabilidad por dicho desfalco.
 
Mayor heterogeneidad en las estructuras de la Iglesia
Como consecuencia el obispo pide y defiende una mayor heterogeneidad en las estructuras de la Iglesia. Por tanto para ocupar puestos en la administración eclesiástica sólo la competencia y la experiencia deben contar. "Una mirada externa debe formar parte del orden interno de la Iglesia" subraya el obispo. Especialmente en el sector de finanzas son precisas apertura y transparencia. "Cuando pienso como se administraba el patrimonio financiero me doy cuenta de que era protegido como si se tratara del oro del dragón. Nadie debía saber lo que había y desde el punto de vista actual era una actuación totalmente incorrecta" escribe Hanke.

En este contexto el obispo defiende una mayor participación de las mujeres en la administración eclesiástica. Está convencido de que las mujeres pueden aportar un cambio definitivo. "Podemos nombrar a las mujeres para funciones directivas sin que ello afecte al ministerio sacramental". Y concretamente expresa su deseo de que hubiera una mujer que relevara al Vicario General de las tareas administrativas de la diócesis.



Comentarios

Entradas populares de este blog

SEXO EN EL OPUS DEI, TEORÍA Y PRÁCTICA

Otra consulta memorable de Enrique Rojas, supernumerario del Opus Dei y psiquiatra de postín

LISTAS ATRASADAS DE MIEMBROS Y SIMPATIZANTES DEL OPUS Dei